Reflexología o terapia zonal es la práctica de estimular puntos sobre los pies, manos, u orejas (llamados zonas de reflejo), con la esperanza de que tendrá un efecto benéfico sobre otras partes del cuerpo, o de que mejorará la salud general. La Reflexología trabaja el Sistema Nervioso a través de los dermatomas. Nuestro cuerpo esta provisto de terminaciones nerviosas en el toda la superficie, siendo los pies y las manos los que ocupan una área más amplia respecto a las demás partes del cuerpo.

 

La forma más común es la reflexología del pie. El reflexologo podal aplica presiones sobre el pie de una persona, el cuál presuntamente está dividido en un cierto número de zonas reflejas correspondiendo a todas las partes del cuerpo.
 
Esta terapia tiene una sólida base experimental, desarrollada desde hace milenios en Egipto, China e India.
 
História
En Egipto practicaban la reflexología desde el 2300 adC. Se han encontrado tumbas egipcias con relieves que representan, claramente, figuras y dibujos de manipulaciones terapéuticas practicadas por médicos egipcios. Algunos de estos dibujos muestran a hombres dando y recibiendo masajes en los pies y las manos, acompañados de jeroglificos que hacían referencia a esta terapia. La representación más antigua es un bajorrelieve encontrado en la tumba de Ankmahor, sumo sacerdote y médico egipcio, en Saqqara (2330 adC). La traducción de los jeroglíficos que lo acompañan es: "No me hagas sufrir" –dice el paciente, "agradecerás lo que te hago" –contesta el terapeuta.

 

La cara es el espejo de la salud y el alma. 

Sin necesidad de las palabras, el ros­ tro puede llegar a transmitir los sentimientos más secretos, incluso los que desconocemos. Igualmente, cuando se presentan alteracio­nes de la salud, el semblante comienza a transformarse silenciosa­mente, evidenciando los trastornos que experimenta el organismo, por lo que para muchos la cara puede llegar a representar la tota­ lidad corporal, tanto física como emocionalmente, siendo además la única zona del cuerpo donde se encuentran todos los órganos de los sentidos. 

Al igual que muchas otras téc­ nicas y terapias naturales para la salud, la reflexología tiene sus orí­ genes en las civilizaciones más an­ tiguas. Existen regis­ tros detallados, y hay constancia de que hace ya cinco milenios se practicaba en Oriente una forma de tratamiento reflejo a partir de la presión digital. 

En los 80, Lone Sorensen, en Dinamarca, combinaba la reflejoterapia podal con un mapa de puntos de acupuntura en el ros­tro de su creación que estimulaba de for­ma manual. Años más tarde, en Argentina, un grupo de indios de la Patagonia le ense­ñaron la estimulación que realizan en el rostro según la dolencia del enfermo. Lone aplicó en su consulta lo aprendido, integrándolo en su propio mapa de puntos con un éxito no­table, especialmente en pacientes con pro­blemas neurológicos. 

En 1990 conoce en Cuba al metodología Cibernética, que le muestra su mapa de 564 puntos. La terapeuta combinó entonces su trabajo con el sistema Cibernética y obtuvo resultados no­tables en algunas patologías. Con el tiem­po, construyó un nuevo mapa, basado en este sistema pero con «otras combinaciones para diferentes problemas», como apunta. 

 

A pesar de que en la acupuntura se tratan los puntos de la cara re­ lacionados con el sistema de meridianos, es a partir de 1980 cuan­ do también comienza a formularse un método puramente fa­ cial, basándose en los trabajos que realizó en Saigón el profesor vietnamita Bui Quoc Chau jun­ to a su equipo de médicos inves­ tigadores y acupuntores. 

  

Reflexología Podal

La idea de que manipulando los pies con las manos y las yemas de los dedos se pueden estimular las diferentes zonas del organismo, facilitando la curación y previniendo la enfermedad, ya formaba parte de muchas terapias médicas de la antigüedad, desde el Egipto clásico a la Antigua India.

Sin embargo no fue hasta 1913 y de la mano de un médico norteamericano especialista en otorrinolaringología, William Fitzgerald, que había indagado en diferentes medicinas orientales para buscar una alternativa a los anestésicos, que la reflejoterapia se redescubriría para Occidente.

La fisioterapeuta Eunice Ingham en los años 30 sería la encargada de profundizar en la Teoría de la Zona de Fitzgerald y de dar a conocer esta técnica manual que en la actualidad se imparte en todo el mundo y cuyas principales escuelas son la alemana, de Anne Marquart, y la inglesa, de Ann Gillanders.