Entes, Parásitos del Cuerpo Energético

escrito por

Samuel Sagan

Traducción al español de Adriana Portillo,

Edición: Rosa Droescher

Clairvision ™ School

www.clairvision.org

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Reconocimientos:

Un agradecimiento especial para Gabriel Rosujovsky y Gisela Vilar por el apoyo con la revisión del texto traducido.

Título original: Entities, Parasites of the Body of Energy

© Copyright Samuel Sagan 2003, 2004

A no ser con el genuino propósito de revisión y/o investigación, tal y como se permite en la Copyright Act, ninguna parte del presente libro puede ser reproducida por proceso alguno sin previa autorización por escrito del autor.

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Contenido

 

 

Introducción

Capítulo 1. Los hechos

Capítulo 2. Los hechos (continuación)

Capítulo 3. Perspectivas taoistas acerca de los entes

Capítulo 4. Fragmentos

Capítulo 5. Fragmentos (continuación)

Capítulo 6. Entes, embarazo y ginecología

Capítulo 7. Entes, embarazo y ginecología (continuación)

Capítulo 8. ¿Cómo puede alguien atrapar un ente?

Capítulo 9. Entes de diferentes tipos

Capítulo 10. Entes y vidas pasadas

Capítulo 11. Cordones

Capítulo 12. Partes que faltan

Capítulo 13. Entes extraordinarios y casos de posesión

Capítulo 14. Explorando a un ente

Capítulo 15. Despejando a los entes

Conclusión

Copyright © Samuel Sagan 2003, 2004


Entes, Parásitos del Cuerpo Energético

INTRODUCCION

La palabra 'ente' se refiere a seres no–físicos, presencias que se adhieren a los seres humanos y actúan como parásitos, creando de esta manera diferentes problemas emocionales, mentales y físicos que van desde desórdenes alimenticios y emociones incontrolables hasta las más severas enfermedades.

El tema es tanto nuevo como viejo. Viejo porque en todas las tradiciones y folklores de la tierra, es posible encontrar referencias a espíritus y seres no–físicos que pueden interferir con los seres humanos. Así, el Ayurveda, la medicina tradicional de la India, está dividida en ocho secciones, una de las cuales está completamente dedicada al estudio de los bhūtas, o entes, su influencia en la salud física y mental, y las maneras de deshacerse de ellos. Esto posiciona a los bhūt –vidyā, o 'ciencia de los entes', en el mismo nivel que la cirugía o la ginecología. Si observamos la medicina tradicional china, encontraremos que en la acupuntura, de entre 361 puntos de los 14 meridianos principales, 17 incluyen la palabra Kuei (espíritu desencarnado) como parte de su nombre primario o secundario.

Al mismo tiempo, en el occidente, el tema de los entes puede considerarse como algo bastante nuevo, ya que rara vez se ha estudiado el tema con seriedad. Aún cuando los entes parecen jugar un papel importante en cierto número de desórdenes mentales y físicos, menores y mayores, no es posible encontrar una manera sistemática de lidiar con ellos en ninguna de las formas de terapia utilizada en la actualidad. El número de terapeutas calificados que son capaces de tratar con los entes de manera adecuada es prácticamente nula.

El propósito de este trabajo es el de presentar ciertos hechos básicos relacionados con los entes y analizar sus mecanismos, motivaciones y funcionamiento. En el transcurso de los años, he anotado palabra por palabra lo que mis clientes me han dicho cuando se ponen en contacto con los entes y los exploran. Debe enfatizarse que dentro de estos clientes estan incluídas personas de todas las edades, desde adolescentes hasta personas en sus ochentas, y con distintas ocupaciones, desde amas de casa y estudiantes hasta políticos, prostitutas y monjas católicas. Quizá la única cosa que común que estas personas tenían era que ninguna de ellas tenía ni la más mínima noción acerca de los entes y sus mecanismos. Más aún, yo nunca les dije al principio de la sesión que yo consideraba que tenían un ente. Les permitía descubrirlo por sí mismos a través de la técnica ISIS (cuyos principales premisas se delinean más abajo). Sin embargo al analizar el material contenido en cientos de casos y observaciones relacionadas, surgió un patrón coherente con respecto a lo que los entes quieren, cómo interfieren con sus anfitriones, y por qué y cómo los invaden. Me sorprendió la precisión, la riqueza del detalle y la consistencia con la que los clientes describían a sus entes.

Más que cualquier otra cosa es este patrón, o 'síndrome del ente', lo que me gustaría compartir con el lector. En los primeros dos capítulos presentaré 'los hechos' con las palabras que los mismos clientes utilizaron al descubrir y explorar sus entes.

Los capítulos 3, 4 y 5 describen un patrón que busca explicar lo que la mayoría de los entes son, en dónde se originan y el 'por qué y cómo' de su comportamiento.

Los capítulos 6 y 7 están dedicados al extremadamente importante tema de la influencia de los entes en los campos del embarazo y ginecología. He encontrado que los abortos y mispartos son algunas de las situaciones de alto riesgo cuando se trata de atrapar a un ente, y el exponer cierta información básica del tema les puede ayudar a las mujeres a prevenir muchos problemas.

El capítulo 8 describe las principales circunstancias en las que es posible atrapar a un ente. El capítulo 9 presenta un inventario de las principales categorías de seres que se comportan como entes.

En los capítulos 10, 11 y 12 se describen cierto número de mecanismos secundarios relacionados a los entes, particularmente los cordones de energía que unen a los padres e hijos, creando así relaciones con patrones distorsionados.

El capítulo 13 discute el tema de posesión y presenta algunas observaciones relacionadas con los 'entes extraordinarios'. Sin embargo, debemos aclarar que al tratar con clientes que tienen entes, he encontrado que los clichés relativos al exorcismo y posesión son irrelevantes, desafortunados y contraproducentes cuando se trata de encontrar un acercamiento funcional al fenómeno. Es el momento de que el público se enfrente al tema de los entes de una manera racional, en lugar de ser influenciados negativamente por el folklor que este tema conlleva. El propósito de este libro es el de quitarle el drama y misticismo al tema al observar a los entes desde el punto de vista de la experiencia y los mecanismos, más que desde perspectivas religiosas y con matices emocionales.

En los capítulos 14 y 15, se ofrecen indicaciones acerca del procedimiento que se usa para explorar y remover a los entes en Clairvision School. Cierto número de restricciones y posibles peligros relacionados con el proceso de despejo se tratará con detalle.

Una de las observaciones que he hecho en años recientes es que cada vez más personas pueden percibir a los entes. De esta manera me parece que en las próximas decadas el tema que se trata en este libro será reelevante para un creciente número de terapeutas y buscadores espirituales.


Entes, Parásitos del Cuerpo Energético

CAPITULO 15

DESPEJANDO A LOS ENTES

"La gran luz, aquello que es el Corazón de Dios..."
Jacob Boehme, Aurora

15.1 ¿Cuáles son los problemas que podrían ocurrir al despejar un ente?

Muchos. Lo primero que hay que tomar en cuenta es que los entes son criaturas tenaces. No permiten el ser despejados a menos de que se implemente algún procedimiento especial. La idea de que uno pueda deshacerse de un ente sólo con decirle que se vaya, o visualizando que se aleja, me parece algo irreal. Si algunos terapeutas que se dedican a extraer entes parece que solamente están haciendo eso, es porque están respaldados por cierta energía; un poder que se manifesta mientras ellos están hablando o haciendo su visualización. Sin embargo, si alguien intenta decirle a un ente que se vaya y desaparezca, o intenta visualizar que se va, lo más seguro es que el ente se quede allí. Si su presencia no puede sentirse más después del procedimiento, hay un noventa y nueve porciento de probabilidades de que 'la cosa' se haya escondido y no se haya despejado.

Un proceso que trabaja solamente a nivel sicológico, que intenta que el cliente 'deje ir' al ente, es inapropiado. Antes de aprender a despejarlos, recuerdo haber hecho hasta veinticinco sesiones con un cliente trabajando con un ente en particular–ni siquiera uno difícil, solamente un pequeño fragmento. Exploramos una y otra vez el cómo y por qué el ente se había infiltrado. Encontramos y liberamos varios traumas de vidas pasadas que habían creado esa debilidad que permitió que entrara y que posiblemente lo atrajo. El cliente llegó a un punto de neutralidad con respecto a 'la cosa', sin gustarle ni disgustarle. Pero el ente seguía dentro del cliente, tanto como en el primer día que lo encontramos, sin responder a nuestros esfuerzos y con la determinación de quedarse.

Las razones de por qué esto sucede son obvias. Primero, el hacer que el cliente deje al ente no es suficiente para que el ente deje al cliente. El ente depende del cliente para sobrevivir. El pedirle a un ente que deje al cliente es como decirle a un animal "por favor deja de respirar y muérete." Segundo, aun cuando el ente esté listo para irse, se encuentra enredado de una manera muy elaborada en los cuerpos etérico y astral del cliente. Está literalmente atrapado dentro de la estructura del cliente. Es necesario aplicar una fuerza específica para jalarlo fuera de la energía de la persona. Esto debe hacerse por completo y de una manera apropiada, ya que una extracción parcial resultaría peor que si no se extrajera nada: los entes que pueden resistir un procedimiento de despejo, aún parcialmente, se hacen más rígidos y resistentes lo que dificulta una segunda extracción.

Mas aún, el expulsar al ente fuera del cliente, no sería suficiente, ya que, ¿a dónde iría el ente después? Un ente que ha sido recién desalojado es bastante contagioso. Hará cualquier cosa para adherirse a quien quiera que esté cerca. Tal vez salte directamente hacia el terapeuta (esto es lo que usualmente hacen). O tal vez se esconda detrás del sofá esperando al siguiente cliente, o la siguiente siesta del especialista para poder infiltrarse. Tal vez encontrará su camino hacia los niños que están en el cuarto contiguo, o hacia el vecino que vive en la casa de junto.

Esto implica que el experto, además de tener el poder de extirpar al ente, también debe tener acceso a un lugar (no físico) que ofrezca la suficiente seguridad para que el ente pueda ser expuesto y procesado sin hacerle daño a nadie.

Aun cuando la técnica del especialista sea impecable, en el momento en que el ente es expulsado, es común que también se liberen pedazos de etérico y astral. La mayoría de estos van directamente hacia el especialista. Es imperativo que el especialista tenga la suficiente percepción como para reconocer cuando esto sucede y que sepa como eliminarlos. De otra manera, estos pequeños fragmentos se acumularán y, a largo plazo, podrían causarle algún deterioro en la salud y posibles enfermedades.

Además de eso, el especialista puede recibir amenazas de los entes. Puede que usted conozca a ciertos perros que son encantadores, domesticados y nunca morderían a nadie. Pero un buen día el perro se encuentra con alguien que le tiene miedo y de pronto enfurece. Empieza a gruñir y a enseñar los dientes, listo para atacar, como si estuviera disfrutando el asustar a su víctima. Ahora bien, la persona podría deshacerse de ese miedo, pararse y gritarle "¡SENTADO!", en la mayoría de los casos el perro dejaría su carácter de tigre y se alejaría con cara de regañado. Pero mientras se alimente del miedo de la persona, hasta el más inocente perro caniche se puede convertir en una peligrosa fiera.

Muchos entes muestran comportamientos similares, intentando intimidar al especialista de uno u otro modo. Sucede que los clientes reportan cosas como "el ente quiere atacarlo", "dice que le provocará cáncer", "quiere lastimar a sus hijos", o "cuando salga se irá directamente a su comida y entonces usted verá cuanto se arrepentirá". Si el especialista reacciona y muestra aunque sea un poco de preocupación, la situación podría complicarse. Tanto él como el cliente estarían en peligro. Los entes son muy síquicos. Detectan inmediatamente si hay una debilidad en el especialista e intentarán tomar ventaja de la misma.

15.2 Los requisitos que el especialista debe cumplir

Por lo que acabamos de decir, podemos concluir que un especialista necesita no sólo un conocimiento en particular sino también ciertas cualidades. Cierto nivel de visión espiritual es requerido. No sería posible el controlar las exploraciones y extracciones de los entes sin una visión clara de lo que le pasa a 'la cosa'. Particularmente después de desalojar al ente del cliente, es esencial el poder ver a donde va y si se liberan otros pedazos. Sin embargo, la percepción no es suficiente. Es necesario tener cierto poder para elevar al ente y sacarlo de la energía del cliente. Para esto no es suficiente el poder verlo y sentirlo, es necesario saber como usar un cierto poder.

Ya que el soltar al ente en la atmósfera significaría casi con certeza provocar que se vaya hacia cualquier persona que esté pasando por ahí, el especialista deberá ponerse en contacto con una frecuencia particular de luz espiritual, en la que los entes son procesados. Esto implica la colaboración de ciertos seres espirituales. El especialista debe, por lo tanto, tener cierta conexión con guías no físicos o ángeles que le ayuden en el proceso. Esto no puede improvisarse, y requiere de haber recibido el consentimiento de estos seres para llevar a cabo el trabajo, algo como una 'licencia para despejar'. Por supuesto que estos seres deben de ser guías o ángeles reales, no entes queriendo impresionarlo al provocar mucha vibración y dejar que una luz imaginaria bañe su cabeza.

Además de ésto, un especialista debe ser una persona con entereza y estabilidad emocional, que pueda hacerle frente a las amenazas de los entes sin reaccionar. Esto requiere el haber pasado por cierta exploración emocional profunda que descubra sistemáticamente los traumas inconscientes y las debilidades. Un experto en entes debe ser más o menos alguien que ha pasado por regresiones de principio a fin (en el lenguaje de Clairvision en inglés, se dice de esta persona que está 'regressed out').

Un especialista que trate con entes también debe gozar de buena salud. Si una persona se siente en forma y con energía, entonces el despejar entes le dará aún más energía. Si, por el contrario, se siente cansado, enfermo, triste, sentimental o hay cierta baja energética, entonces el despejarlos se convierte en un ejercicio peligroso que solamente disminuirá su energía, lo que podría provocarle que atrapare algún desecho energético.

Otro requisito es que tenga experiencia con varias situaciones que pudieran ocurrir en el trabajo síquico, es decir, que se tenga la madurez suficiente. En Clairvision School esto se expresa a través de la frase 'Not Born Yesterday, N.B.Y.' (no nacido ayer). Esta actitud ayuda al tratar con el noventa y nueve porciento de los entes que solamente están bromeando cuando le dicen que lo van a matar o cuando inventan cualquier otro disparate.

Ahora, ¿qué pasa con el uno por ciento restante, los que no están bromeando? La fuerza del experto es aquella de la energía que lo respalda. Si su propósito es la Verdad y si su corazón es uno con la jerarquía espiritual que les ha enseñado, entonces no hay de que preocuparse. De otra manera, es preferible tener como apoyo a alguien más (persona física) de cierto calibre a quien se pueda recurrir en caso de tener problemas mayores.

Se debe hacer énfasis en otro punto, el despejar entes no es solamente una cuestión del nivel de conciencia. Requiere de un conocimiento técnico preciso. He conocido a más de un guru de la India incapaces de despejar entes. Es decir que, no porque se tenga a un maestro espiritual iluminado se debe asumir que este pueda despejar entes. Esto se debe a que, repito, el despejarlos requiere de una técnica especial. Cuando usted tiene un agujero en su muela, no le pide a su guru que se la tape, sin importar que tan grande sea su iluminación. Usted acude a un dentista. De manera similar, para deshacerse de un ente, lo que necesita es a un experto en extracción de entes.

15.3 El proceso de extracción

Después de hablar tanto acerca de la extracción, sería injusto el no exponer el procedimiento para despejar a un ente. Por supuesto, las siguientes indicaciones en sí mismas no serían suficientes para que alguien pudiera despejar un ente –no es necesario insistir en lo peligroso que sería improvisar una extracción con sólo leer un libro. La intención de mencionar los siguientes puntos es para que el lector pueda comprender los mecanismos relacionados con el tema.

Para poder controlar cualquier tipo de 'lluvia' de pedazos etéricos y astrales, el procedimiento debe mantenerse lo más privado posible: un cliente, un especialista y nadie más en la habitación. Nada de animales, y de preferencia nada de macetas con plantas. 42

El despejo deberá realizarse dentro de una habitación agradable y que se haya escogido especialmente para llevar a cabo el procedimiento (y por supuesto que no este ubicada encima de una nociva línea telúrica).

El cliente se recuesta en un colchón con los ojos cerrados. No se le hipnotiza ni se le pide que implemente ninguna técnica, ni respiración en particular–solamente que permanezca relajado, sin hacer nada más que hacerse consciente del ente. El especialista se sienta cerca del cliente.

En este momento, el ente ya debió de haberse explorado en su totalidad para que el cliente pueda ponerse fácilmente en contacto con él. Si el cliente solamente tiene una remota y vaga percepción del ente, si no puede sentir exactamente su ubicación y si no ha seguido la fase de observación como se explicó anteriormente, entonces es mejor postponer la extracción.

Esto se debe a que una extracción a medias puede generar gran resistencia y es peor que no extraer nada.

Siempre es buena idea el tener una vela prendida durante la exploración o el despejo.

El experto articula ciertos sonidos, para elevar el nivel de vibración del aura del cliente. Las palabras o sonidos en sí no son esenciales, lo que importa es la energía en particular que emana de la voz del terapeuta. El cliente actúa como intermediario entre los sonidos y el ente. En otras palabras, el cliente permite que a través suyo, el sonido le llegue al ente.

El cliente establece una conexión con sus ayudantes no físicos, los guías o ángeles que procesarán al ente.

El especialista se abre a 'la Gran Luz', una cualidad de luz (no física) poderosa y suprema que aparece por encima de la cabeza. En este momento, los clientes por lo general pueden sentir como la energía a su alrededor cambia. Algunos clientes pueden llegar a percibir tanta luz que después preguntan "¿Acaso puso usted una luz frente a mi cara?"

El experto saca al ente y lo pone en la 'Gran Luz'. Esta parte no puede explicarse, no por motivos de confidencialidad sino porque, no hay nada que explicar. O es posible hacerse, o no lo es: es una facultad y no tiene nada que ver con la mente analítica. En este punto los clientes generalmente ven o sienten que el ente se mueve hacia arriba y hacia fuera, mientras que su cuerpo energético sufre una poderosa reestructuración.

Los ángeles o guías 'sanan' al ente, procesándolo de tal manera que su potencial tóxico disminuye. Esto sucede apenas en una fracción de segundo, por lo que tan pronto como el ente hace contacto con la luz, su forma cambia. De hecho se vuelve más ligera y clara, pierde su aspecto sombrío y fantasmagórico, o empieza a sonreir.

Los guías se llevan al ente a su nueva morada. Lo redireccionan hacia el espacio en el que pueda comenzar una vida apropiada sin ser un parásito. Si es un fragmento, lo llevan a un lugar en donde será disuelto. O también puede ser que el terapeuta lo vuele en pedazos dentro de la 'Gran Luz', convirtiéndolo en polvo o luz astral no diferenciada.

El cliente y el experto permanecen sin moverse por unos minutos debajo de la extraordinaria 'Gran Luz'.

Se le llama de vuelta al cliente, abre los ojos y aquí termina el procedimiento. El proceso por completo no lleva más de treinta minutos. En ningún momento hay contacto físico entre el cliente y el especialista.

Existen otras maneras en las que los entes se pueden despejar, algunas más peligrosas que otras. Cualquiera que sea el método utilizado, las restricciones con respecto al terapeuta seguirán siendo las mismas. El poder o facultad para despejar entes no es un don que solamente algunos pocos escogidos tienen desde su nacimiento. Todas las cualidades son desarrolladas. Sin embargo, no tiene sentido que usted mande una carta a Clairvision School en Sydney para preguntar si podemos enseñarle. La respuesta sería automáticamente que no. Ya que, aun después de varios años de arduo trabajo, pasando por todo tipo de procesos, no existe la garantía de que una persona podrá alcanzar la etapa en pueda realizar extracciones de manera segura.

15.4 El peligro del polvo energético

No es raro que se libere polvo etérico al extraer el ente y mandarlo a la Gran Luz, inclusive cuando se han seguido todos los pasos de la manera correcta. No hay nada anormal acerca de esto. Es como salpicarse con gotas de agua. Esto significa que el especialista recibirá pedazos de etérico (y algunas veces de astral) en su propio cuerpo energético. Esta liberación de polvo también sucede cuando se despejan cordones, otra razón por la cual estos también deberán tratarse como entes.

He visto a algunos expertos en extracción de entes que no tenían ni idea de este mecanismo y que terminaron severamente afectados, incluso enfermos, debido a estos bultos acumulándose en su sistema. Esta lluvia energética es un fenómeno muy sutil. Si uno no es extremadamente perceptivo o está bien consciente de esa posibilidad, es posible que ni siquiera se percate del momento en que sucede.

Se puede usar un simple dispositivo para minimizar la cantidad de lluvia que se desprende al dirigirla hacia algo más. ¿Qué es lo que a los entes les gusta? La mayoría de los clientes contestarían inmediatamente: ¡azúcar! El truco es bien simple: se deposita un terrón de azúcar blanca en un papel cerca del cliente antes de empezar con la extracción. Justo antes de la expulsión, el especialista se sintoniza con el ente y le muestra el azúcar diciéndole algunas palabras de ofrecimiento. Esto funciona bastante bien. Un gran número de pedacitos que no llegan a la Gran Luz terminan en el azúcar. El terrón deberá usarse sólo una vez y después tirarse– de preferencia enterrarse, pero no dentro de su hortaliza de vegetales. También es posible utilizar otro tipo de alimentos dulces, de preferencia diferentes a los que el especialista hubiera podido comer recientemente, para no confundir al ente. Este ejercicio no es novedad. Es posible encontrar este tipo de ofrendas como parte de los rituales de todas las tradiciones y culturas del planeta.

Alguna vez en Francia, me encontraba dirigiendo una práctica llamada yajña en sánscrito. Esta tiene que ver con la activación de la energía en un lugar, e involucra una larga recitación de mantras. En cierto momento, durante el yajña se realiza una maniobra llamada bhūta–śuddhi. Bhūta significa tanto elemento como ente; śuddhi significa purificación. El bhūta–śuddhi es la purificación de la capa elemental, y algunas veces tiene un efecto similar a la extracción de entes. En la práctica del bhūta–śuddhi se utiliza algún alimento dulce el que se ofrece a los bhūtas antes de la limpieza. Finalmente, el alimento dulce se envuelve en una hoja y se entierra. Ese día utilicé una pieza de chocolate.

En esa casa, había un perro de dieciocho años que estaba casi en un estado vegetativo. Dormía de la mañana a la noche, nunca ladraba y era mantenido vivo de manera artificial con todas las vitaminas que su ama le daba. En cuanto terminé con el bhūta–śuddhi y puse el chocolate en la hoja de árbol, ocurrió algo increíble. De pronto el perro saltó fuera de su canasta y corrió hacia el chocolate. Para mi sorpresa, y antes de que pudiera moverme, el perro se había tragado la ofrenda. Nadie pudo comprender lo que había sucedido ya que el perro nunca había implorado que le dieran comida. De hecho tenían que despertarlo para poderlo alimentar.

De repente, ¡el perro había revivido! Corría por toda la casa y hasta ladraba, como si fuera diez años más joven. Este estado de euforia le duró tres días, después del cual gradualmente volvió a su anterior estado. Y murió, pero seis meses después, y probablemente no por mi yajña. Este perro me enseñó una lección al mostrarme el poder de esta dulce ofrenda, la cual me había parecido hasta entonces como algo de poca importancia y no tan útil para este tipo de prácticas.

En algunos rituales hechos por indios de Norteamérica se usa carne en lugar de azúcar. Después del ejercicio se quema el pedazo de carne, no se entierra. Cuando se esté tratando con entes que desean carne, este procedimiento tiene mucho sentido. El hecho de que la pieza de carne se queme después, es congruente con la feroz naturaleza de los entes que desean carne, que generalmente también desean condimentos y alcohol y se asocian con tendencias agresivas.

Al mencionar los rituales, puede ser interesante hacer un comentario acerca de los sacrificios de animales. En la India, conocí a varios expertos en rituales que estaban convencidos de que los sacrificios de animales mencionados en los textos sánscritos antiguos, no se referían originalmente a la matanza de animales físicos, sino a la purificación de los elementales y entes. Estos 'animales' de los textos Védicos no eran más que los fragmentos y entes que hemos descrito en este libro. El 'fuego' se refería a la Gran Luz. De acuerdo a este punto de vista, es sólo cuando el conocimiento original se perdió que los textos se interpretaron literalmente y los animales fueron sacrificados como parte de los rituales.

Regresemos al importante tema del polvo energético que se libera en el momento que el ente es expulsado. El uso del azúcar es útil, pero no es suficiente para controlar toda esa lluvia. Es muy posible que el polvo etérico permanezca adherido al especialista. Es por esto que es esencial reconocer cuando esto suceda. Repito, esta lluvia es sutil. A menos de que uno permanezca alerta y muy consciente de esto, este hecho pasará inadvertido.

Hay una señal muy interesante que los terapeutas deben de poder reconocer en ellos mismos–un pequeño tic muscular que podría sucederle en cualquier parte del cuerpo. Es una contracción ligera de algún músculo que dura solamente una fracción de segundo, y que ocurre aparentemente sin motivo. Algunas veces ni siquiera es físico, sino etérico.

Cuando esto sucede en los minutos después de la expulsión del ente, el especialista deberá dirigir inmediatamente su atención a esa parte del cuerpo. Es muy posible que algún polvo etérico le hubiera saltado, como gotas de agua, e ingresado en alguno de sus canales de energía. Esto se puede confirmar percibiendo cierta densidad energética en el área correspondiente, una vibración añadida a la vibración local.

Si se identifica inmediatamente, este 'goteo' no es tan difícil de tratar. El especialista conducirá la energía ajena hacia arriba a través del canal en que se alojó. Una vez que haya llegado a la parte superior de la cabeza, la energía extraña es simplemente expelida, preferentemente enviada a la Gran Luz. Esto no requiere de ningún movimiento físico y se lleva sólo unos minutos. Puede realizarse a través de las técnicas de Circulaciones Energéticas descritas en Cómo Despertar el Tercer Ojo.43

Si tales Circulaciones Energéticas pueden implementarse inmediatamente y por completo, tendrán un fuerte efecto purificador en el especialista. No solamente se remueve la energía etérica foránea sino también, al moverla hacia arriba se genera un efecto que hace que el canal energético se limpie y brille mucho más de lo que lo hace su contraparte en el otro lado del cuerpo.

Si las energías foráneas permanecieran sin ser vistas y se quedaran adentro, se convertirían en energías perversas. A corto plazo podrían provocar dolores de cabeza, fatiga, y algunos otros problemas, o podrían permanecer en estado latente y sin ofrecer sospechas. A largo plazo, especialmente si se acumularan más y más, provocarían un declive en la salud física y mental del especialista.

15.5 Cataplasmas después de la extracción

Justo después de la extracción, es preferible dejar de explorar por un corto período. No tiene sentido el querer saber si el ente sigue allí o no, ya que la extracción produce fuertes reacomodos en la energía del cliente, y por uno o dos días uno no podrá ver nada. Por lo tanto se le pide al cliente que suspenda el trabajo de observación que había hecho hasta entonces. Lo mejor es no preocuparse por nada durante el transcurso de algunos días.

Para terminar con el tratamiento, el cliente deberá usar un cataplasma en los días posteriores a la extracción. Al despejar al ente su parte astral se va a la Gran Luz y gran parte del etérico. Sin embargo, puede suceder que una parte del etérico que le pertenecía al ente se quede en el cliente. Esto no implica un gran problema ya que sin la parte astral, esta parte etérica encontrará que es difícil mantenerse dentro del cuerpo del cliente y probablemente sea eliminada de manera natural. La extracción también genera una fuerte activación de la energía del cliente, un dinamismo que provocará que estos remanentes permanezcan en movimiento. De cualquier manera, es preferible ayudar al sistema del cliente a acabar de eliminarlos con ayuda de un dispositivo simple pero eficaz: los cataplasmas.

Después de hacer experimentos con las sustancias más variadas, algunas de ellas bastantes raras y costosas, he llegado a la conclusión de que nada funciona mejor que las económicas y ordinarias patatas para eliminar estas energías después del despejo.

La técnica es muy fácil. Tome tres o cuatro patatas crudas. Puede pelarlas, lo que hace que la técnica se vuelva algo desordenada si la cáscara está llena de tierra, pero no importará demasiado a la hora de sacar las energías. No cocine las patatas, ráyelas. Exprímales el jugo. Después, aplique las patatas crudas y rayadas en forma de cataplasma de un centímetro de grosor encima de la piel, en el área en donde sentía al ente antes de ser despejado. Déjelas allí por tres horas, la última hora es la más importante.

Es virtualmente imposible el hacer que el paquete de patatas se quede en el mismo lugar a menos de que usted permanezca de una u otra manera sin moverse, tal vez recostándose en una cama o sillón. Incluso cuando usted pudiera encontrar una manera astuta de fijar el paquete, el moverse interferiría con el proceso de eliminación. Es más recomendable que permanezca quieto por tres horas, durante las cuales puede leer o ver TV (pero sin quedarse dormido). De vez en cuando, sintonícese con el cataplasma y vea si puede sentir como algo está saliendo de su cuerpo. Es generalmente durante la tercera hora que el efecto de vaciado llega a su máximo.

No se recomienda el dejar el envoltorio por más de tres horas, ya que podría empezar a agotar las energías esenciales del cliente. Por esta misma razón, al poner un cataplasma en el área del corazón, la frente o en la parte superior de la cabeza no se deberá dejar por más de una y media a dos horas.

Se deben aplicar tres cataplasmas después de despejar un ente. De hecho, una se hace el mismo día que la extracción, una segunda dos o tres días después, y la última días después de la segunda (hay flexibilidad en el momento adecuado en que debe realizarse). Si el ente hubiera estado en la zona del corazón, frente o en la parte superior de la cabeza, solamente se deberá aplicar un cataplasma.

Estos envoltorios son bastante eficaces a la hora de eliminar los restos etéricos que hubieran podido quedarse dentro del cliente después de la extracción del ente. ¿Cómo funcionan?

Al observar una planta, los alquimistas señalan tres procesos llamados azufre, sal y mercurio.

A = azufre
B = sal

Permítasenos el comparar las funciones de las flores y las raíces. La flor irradia colores y fragancia. Es también de la flor de donde son liberados los granos de polen. Las raíces, por otro lado, nunca tienen contacto con la luz, y recogen minerales y agua para la planta. Es por esto que los alquimistas reconocen dos grupos de funciones en las plantas:

  • El polo de la flor, que se relaciona con la luz y los colores y tiene características de dar, arrojar y es centrífuga. Este es el proceso del azufre.

  • El polo de la raíz, a través del cual la planta extrae sustancias y recoge energías con un movimiento centrípeto. Este es llamado el proceso de la sal.

Entre el proceso del azufre y el de la sal está el proceso del mercurio, representado en la planta por las hojas y el tallo.

Estos tres principios, azufre, sal y mercurio, son señalados por los alquimistas no sólo en las plantas sino en todos los fenómenos de la naturaleza. Ya que la alquimia es una ciencia polifacética, estas tres funciones se pueden entender algunas veces de diferente modo. A pesar de todo, un punto esencial es que el azufre, la sal y el mercurio son procesos, no elementos químicos. En particular, no tienen nada que ver con las sustancias físicas llamadas azufre, sal o mercurio.

Regresando a las patatas, podemos ver que aunque no son precisamente raíces, pertenecen al proceso de la sal, del cual, desde el punto de vista de la alquimia explica su capacidad para extraer energías etéricas. Siguiendo la misma línea de pensamiento, en Clairvision School hemos experimentado con varios tipos de raíces y vegetales, incluyendo algunos bastante exóticos y caros. También hemos utilizado cenizas alquímicas, un principio de concentrado de sal bastante elevado que se obtiene de calcinar hierbas en un crisol por hasta sesenta horas. Honestamente, a no ser por ciertas situaciones excepcionales, no hemos encontrado que ninguno de estos fuera sobradamente más eficaz para la eliminación que los sencillos envoltorios hechos de las más económicas, incluso no orgánicas, patatas.

Hay una restricción en cuanto a cataplasmas se refiere: no deberán de ser implementados antes de que se haya despejado al ente. De todo lo que hemos hablado acerca de los entes, es fácil entender porque no se podrían erradicar con un simple envoltorio. Aún cuando fuera posible despejarlos de esta manera, ¿a dónde irían? Es obvio que una extracción adecuada es necesaria.

Además, si se usara el cataplasma antes de extraerlo, se correría el riesgo de desestabilizarlo. Algunas veces he observado envoltorios que le han quitado su capa etérica al ente, y por lo tanto su ancla. El ente se mueve a otro lugar mucho más difícil de despejar.

Recuerdo a un cliente que tenía una vaga idea de un ente en su pecho y que le estaba costando mucho trabajo el ponerse en contacto con él. Todo era borroso y sin sentido. Ya que la cliente era bastante síquica, decidí que probablemente podría lidiar con el asunto si le poníamos un cataplasma inmediatamente, en lugar de hacer la extracción. Fue un gran error. Veinticuatro horas de ponerse el envoltorio, el ente se salió de su pecho pero le empezó un dolor horrible en un diente. La inflamación era tal que requería de un tratamiento dental bastante complicado. Posteriores sesiones de ISIS revelaron que el ente se había movido directamente al área dental. Una vez más, esto me llevó a la conclusión de que si se intenta lidiar con un ente de cualquier otra manera que no sea con una extracción adecuada, uno expone al cliente a riesgos que no son necesarios. En conclusión, los envoltorios de patatas son un remedio bastante eficaz y simple para deshacerse de las energías perversas. Es posible usarlos en diferentes circunstancias (no solamente después de un despejo) para sacar del cuerpo energías inadecuadas.

Las únicas restricciones son que, primero, por las razones mencionadas con anterioridad, puede ser peligroso el aplicar un cataplasma si el problema es un ente y no solamente una energía perversa. (La diferencia entre estos dos es que la energía perversa es solamente un pedazo de sustancia etérica, mientras que el ente tiene además una parte astral, por lo que tiene una conciencia mental con emociones, deseos, etc.) Segundo, es necesario tener cuidado de no poner el cataplasma por más tiempo para evitar agotar las energías esenciales del cuerpo. Particularmente, debe de tener cuidado de los envoltorios aplicados a las áreas del corazón, frente y la parte superior de la cabeza.

15.6 Bolo vaginal

El bolo vaginal es un remedio bastante parecido a los cataplasmas. Hasta donde sé, su origen se debe a un naturópata, el Dr. Christopher. El bolo vaginal es un cataplasma interno hecho de hierbas y manteca de coco que se inserta dentro de la vagina.

La receta que recomiendo se hace de las siguientes hierbas en partes iguales: Mitchella repens; Rumex crispus (raíz); Althae officinalis (raíz); Stellaria media; Hydrastis canadensis (raíz); Verbascum thapsus (hojas); Symphytum officinale (raíz). También se le agrega la misma cantidad global de Ulmus fulva. Todas estas hierbas deberán molerse finamente y mezclarse por completo.

Después, se derrite la manteca de coco y se mezcla con el polvo de hierbas hasta que se forme una masa pastosa. Posteriormente se moldean rollos hasta que sean del grosor de un dedo y de una pulgada de largo. Se guardan en la nevera, en donde se solidificarán.

Un lunes por la mañana inserte tres rollos en la vagina. Los rollos, o bolos, se deben dejar dentro hasta la noche del martes. El martes por la noche, remueva los bolos y dúchese cuidadosamente con una taza de té de Rumex crispus o de Arctium lappa.

Inmediatamente después inserte tres nuevos rollos por dos días, es decir, hasta el jueves por la noche.

El jueves por la noche, repita exactamente el mismo procedimiento que realizó el martes por la noche, y deje tres nuevos rollos por dos días, hasta el sábado por la noche.

El sábado por la noche, remueva los bolos e implemente el procedimiento de la ducha vaginal, pero no inserte nuevos rollos hasta el lunes. No hay nada planeado para el domingo, es un día de descanso.

El lunes comience de nuevo, exactamente de la misma manera.

Continúe el proceso por tres a seis semanas, dependiendo de su fuerza de carácter.

Para hacer que los rollos permanezcan en su lugar, haga un tampón con una pieza de esponja de mar natural. Cósale un hilo para poder removerlo con facilidad. Los tampones verdaderos no son necesarios para el bolo ya que no es líquido sino una pasta sólida. La pieza de esponja será suficiente para taponear la abertura vaginal.

Dentro de lo posible es preferible continuar con el bolo durante el período de menstruación. Si lo prefiere, empiece de nuevo en cuanto el flujo se haga lo suficientemente ligero.

No hay ninguna contraindicación en cuanto a tener relaciones sexuales mientras se implementa la técnica del bolo vaginal. Solamente remueva los rollos antes e inserte unos nuevos después y continúe con el mismo ritmo semanal como si nada hubiera sucedido.

El bolo es un cataplasma poderoso que puede usarse después de extraer a un ente del área de la vagina, útero u ovarios. Además, es una interesante herramienta de sanación utilizable en muchos otros desórdenes ginecológicos, ya sea que se deban a un ente o no. No es extraño que en cierto momento durante las tres a seis semanas, el flujo sea más abundante o que aparezcan olores desagradables. Después del tratamiento, algunos problemas simplemente desaparecen, sin ninguna explicación de la medicina tradicional.

15.7 Los entes no vuelven

Una vez que se han despejado de la manera adecuada, los entes no regresan. En mi experiencia, si el ente estuviera todavía con el cliente después de la extracción, siempre es porque no se fue y no porque se fuera y regresara. Hay un alto grado de éxito en el despejo de entes porque una vez que se ha dominado la técnica, el proceso es bastante mecánico, similar a sacar una piedrita de una cubeta.

Con esta analogía en mente, ¿cuáles podrían ser las principales razones para no tener éxito? Primero–siendo esta la más común–la piedrita no era una piedrita. El ente no era un ente, sino algún tipo de imagen mental o ilusión. Si se realiza el proceso de extracción y nada cambia después de este, es simplemente porque no hay nada que despejar. Los problemas del cliente no se deben a un ente.

La segunda posibilidad es que habían más de dos piedritas en la cubeta. El cliente puede percibir al ente todavía después de la extracción porque desde el principio había dos entes. Esto puede ser confuso, especialmente al lidiar con un cliente que capturó varios fragmentos de una misma persona fallecida, como podría ser un pariente. Al despejar un fragmento se descubre otro. La situación puede ser confusa porque los diferentes fragmentos pueden haberse desprendido de la misma persona y por lo tanto hay un sentimiento muy similar con respecto a ellos. Si se despeja uno y se descubre otro tan parecido que lo haga dudar y piense que el primero ha regresado. En algunos casos, es posible aclarar más de una docena de fragmentos, uno tras otro, hasta que no quede ninguno.

La tercera posibilidad es que aparezca una nueva piedrita en la cubeta. Aunque esto es bastante inusual, puede suceder que el cliente atrape un nuevo ente en las semanas posteriores a la extracción. En especial, si un pariente cercano ha muerto recientemente, un cliente puede atrapar un fragmento, hacer que se lo extraigan y luego atrapar otro en los días o semanas posteriores. Sin embargo, como lo hemos visto, a no ser por situaciones temporales de alto riesgo, no es fácil atrapar a un ente. Los clientes que en repetidas ocasiones atrapan entes generalmente están haciendo algo con su energía, como podría ser:

  • ingerir drogas,

  • dormir en nocivas líneas telúricas, o vivir en una casa en donde las vibraciones no son aptas para el habitat humano

  • actuar como sanador sin realmente tener el conocimiento o la capacidad para hacerlo, atrapando todo tipo de energías perversas y entes que los clientes pudieran tener

  • jugar al hechicero o brujo

Todas estas posibilidades son muy raras, y en la mayoría de los casos no permanece ninguna presencia foránea después de la extracción de treinta minutos. Por supuesto, esto no significa que todos los problemas del cliente estén resueltos. Pero algunas veces el sacar una piedrita es suficiente para cambiar un destino.

 


Entes, Parásitos del Cuerpo Energético

CONCLUSION

Para concluir, podemos decir que los principales mensajes de este libro son muy simples.

¡Los entes sí existen! Cuando se está en un estado de percepción expandido, cientos de personas que nunca habían escuchado acerca de esta posibilidad se hacen conscientes de una presencia foránea adherida a su cuerpo como si fuera un parásito. Por otra parte, las personas describen la acción del parásito de un modo muy congruente. Después de analizar las respuestas que los clientes proporcionan, claramente aparece un 'síndrome de entes'.

En la mayoría de los casos, los clichés comunes acerca de la posesión y el exorcismo son completamente irrelevantes. Los entes son casi siempre parásitos y nada más que eso. No hay nada terrorífico ni diabólico acerca de estos, especialmente si se sabe que pueden despejarse con facilidad en unas cuantas semanas.

Hay varias restricciones acerca de quien puede extraer entes sin correr riesgos. A menos de que se sigan un cierto número de requisitos, el especialista podría terminar creando un desastre. Incluso, debe de tomarse en cuenta que esto aplica a diferentes formas de conocimiento tecnológico, como puede ser el pilotear un avión o la odontología.

Existen algunas situaciones de riesgo cuando se trata de atrapar entes: después de la muerte de un pariente cercano, o en una mujer, después de un aborto (inducido o accidental), o un embarazo. Se pueden evitar muchos problemas si se tiene una 'revisión de entes' con un especialista calificado, en las semanas o meses siguientes.

Los entes existen, ¡pero no están en todas partes! Además, una persona no atrapa a un ente sin que exista una buena razón. Es por esto que sugiero que no se quiera proteger todo el tiempo contra algo que, además de casos excepcionales, no lo puede tocar. No desarrollemos una paranoia de entes.

Un punto esencial es que el conocimiento acerca de los entes nos ofrece una amplia perspectiva terapéutica. Muchos clientes que presentan el 'síndrome de los entes' han pasado de especialista en especialista sin encontrar alivio, ya que las formas convencionales de terapia son completamente ineficaces en estos casos. Por otro lado, una extracción adecuada puede darle resultados inmediatos. No resuelve todos los problemas de los clientes, pero muchas veces permite que se muevan hacia una solución, ya sea que la situación sea de tipo emocional o física.

Los entes no son cosa nueva. Lo que es nuevo es que más y más personas en el planeta están empezando a percibirlos. Sin duda, esto implica repercusiones importantes en muchas áreas de la actividad humana.

Copyright © Samuel Sagan 2003, 2004

 



Notas al pie:

(1) Referirse a: Regresión, Terapia de Vidas Pasadas para Ser Libre Aquí y Ahora escrito por el mismo autor.

(2) Los casos presentados en este libro se han escrito en forma de diálogo entre el conector, quien hace las preguntas, y el cliente que las responde o hace comentarios por su cuenta. Estos diálogos ocurrieron mientras los clientes estaban en el espacio de ISIS. Las palabras de los clientes se han mantenido intactas, excepto por algunos ajustes de sintaxis y traducción, así como la eliminación de algunas repeticiones. Para reconocer quien está hablando, las palabras del conector se han escrito en letras itálicas, y se encuentran separadas por un guión (–) que las distingue de lo que el cliente dice.

(3) En medicina antroposófica los tomates estan estrictamente prohibidos en los casos de cáncer.

(4) Xie se pronuncia 'ksie', Qi se pronuncia 'chi'.

(5) Kuei se pronuncia como se escribe.

(6) En la medicina china, 'la dicha' se clasifica como una de las emociones potencialmente peligrosas, en el sentido de que crea agitación interna, responsible de varios riesgos para la salud como podría ser un ataque al corazón.

(7) Es interesante ver que en chino la misma palabra Po es usa para referirse a la parte oscura de la luna.

(8) En Pinyin, Po se escribe con un acento descendente mientras que Hun con uno ascendente. Por lo tanto la palabra Po se pronuncia con una entonación descendiente y Hun con una ascendente.

(9) Henri Maspero, Le Taoisme et les Religions Chinoises, Gallimard, Paris 1971, p. 206

(10) En el modelo de cuerpos sutiles que uso en Regresión, Terapia de Vidas Pasadas para Ser Libre Aquí y Ahora, así como en este libro, las emociones del Po corresponden a los movimientos mecánicos del cuerpo astral, tales como las emociones condicionadas de la mente reactiva (manas, en sánscrito). El Hun corresponde a los sentimientos y al cuerpo astral transformado (el Ser Espíritu –Spirit Self– de Steiner).

En los escritos de Steiner, la palabra 'alma' equivale estrictamente al cuerpo astral. Sin embargo, en un lenguaje menos estricto, el Po puede traducirse como 'alma mortal', y el Hun como 'alma inmortal'. Una cita del Fausto de Goethe ilustra a la perfección el concepto de Po y Hun:

"Dos almas ¡ay de m?!, imperan en mi pecho y cada una de la otra anhela desprenderse. Una, con apasionado amor que nunca se fatiga, como con garras de acero a lo terreno se aferra; la otra a trascender las neblinas terrestres aspira, buscando reinos afines y de más alta estirpe."

De manera similar, después de la muerte, el Po se aferra a la tierra, y el Hun asciende a las altas regiones espirituales.

(11) En la traducción Pinyin del idioma chino, la palabra Shen se escribe de manera ascendente, como Hun.

(12) De igual manera, en los idiomas occidentales, la palabra espíritu o alma se utiliza de manera muy casual, cuando en realidad a lo que se refiere es el Ser Superior, o Espíritu inmortal.

(13) Kuei se traduce como Gui en Pinyin. Kuei también se refiere a la vigésimo tercera mansión lunar, de las veintiocho existentes. Esto incluye a las eta, theta, gamma y delta de Cáncer. Referirse a Dictionnaire Français de la Langue Chinoise, Institut Ricci, Paris 1976, ideograma no. 2832. 

(14) Esta historia tiene una lección que es válida para los terapeutas que se encargan de extraer entes en el siglo 21– uno no debe nunca pasar por alto la identidad de un ente.

(15) Hablando en el sentido más estricto, el Po corresponde al cuerpo astral y el Hun a lo que he llamado cuerpo astral transformado.

(16) En este modelo, el pequeño ego, hecho de condicionamientos ilusorios y reacciones infantiles corresponde al cuerpo astral. 

(17) Un análisis sistemático de los mecanismos de los samskaras y las diferentes maneras de lidiar con ellos es el tema central del libro Regresión, Terapia de Vidas Pasadas para Ser Libre Aquí y Ahora, escrito por el mismo autor.

(18) La incineración no sólo forma parte de la tradición hindú. Homero también menciona que la cremación es la única manera de disponer de los muertos. También es posible encontrar costumbres parecidas en los relatos de los persas, germanos y eslavos de la antigüedad.

(19) La palabra bhūta en el sánscrito común equivale a ente. Es interesante observar que se construye de la misma manera que se construye la palabra ente. Ente viene del latín ens y el verbo esse. En sánscrito, bhūta viene del verbo bhū que significa "eso que es", un ser. El hecho de que bhūta sea comúnmente usado en sánscrito para denominar espíritu desencarnado es otra buena razón para usar la palabra ente con el mismo significado en inglés.

(20) Referirse al Capítulo 19, 'Ejercicios con Bebés' en Cómo Despertar el Tercer Ojo, escrito por el mismo autor.

(21) En la tradición occidental, uno puede encontrar cierta relación entre el número trece y la muerte, como por ejemplo en las cartas del Tarot, el treceavo arcano.

(22) Por razones anteriormente aclaradas, prefiero utilizar el término alma en lugar de cuerpo astral. 

(23) Referirse a Suśruta–Śaṃ;hitā, śārīrasthāna, Capítulo III, versos 14–30. Se puede encontrar la traducción de estos versos acompañados de un comentario en los capítulos que hablan de la muerte en Tantra, Body and Worlds, por el mismo autor.

(24) Swami Satyananda Saraswati durante un Satsang, en 1978 en su ashram en Monghyr, Bihar, India. ¡Es interesante el que haya elegido tomates para su ejemplo!

(25) Ver el Capítulo 19, 'Ejercicios con Bebés' en Cómo Despertar el Tercer Ojo, escrito por el mismo autor.

(26) L'Agenda de Mère, Institut de Recherches Evolutives, Paris 1981, Vol. 10.22 November 1969.

(27) Referirse a Regression, Past Life Therapy for Here and Now Freedom, por el mismo autor.

(28) Por ejemplo, un cruce de líneas terrestres en un lugar remoto del campo. Referirse a el Capítulo 12 en Cómo Despertar el Tercer Ojo.

(29) Un ejercicio parecido puede encontrarse en la tradición de la India, en donde la costumbre era poner cenizas calientes y carbón debajo de la cama de la madre, tan pronto como dos horas después del parto. Pero la costumbre también incluía el dejar todas las ventanas y cortinas cerradas mientras que el fuego permanecía prendido por diez días, creando de esta manera una atmósfera sofocante dentro de la habitación.

(30) Si el gemelo es abortado en las primeras etapas del embarazo, puede ser muy difícil encontrar algún remanente en la placenta, lo que no facilita el poder establecer estadísticas adecuadas.

(31) Si se construyera en un pozo energético, una sala de operaciones haría maravillas. Referirse al Capítulo 12 acerca de líneas terrestres en Cómo Despertar el Tercer Ojo por el mismo autor.

(32) En 1991, cuando terminó la Guerra del Golfo con la matanza de un gran número de iraquíes, pude observar a nivel del astral, como se liberaron una cantidad asombrosa de fragmentos. Más aún, me pareció que las nubes de humo negro creadas por la quemazón masiva de pozos petroleros añadió cierto efecto inesperado: creó una energía espesa y confusa que densificó los fragmentos y mantuvo a un gran número de ellos atrapados en el área. Esto provocó una depresión a nivel energético en el balance planetario, que duró meses. También creó un gran número de problemas relacionados con entes, no nada más en el área sino en también en otras partes del mundo. Particularmente, según lo que pude percibir, la epidemia de cólera ocurrida en Sudamérica en los meses posteriores estuvo directamente relacionada a la interferencia en las energías y a la liberación de fragmentos.

(33) Referirse al Capítulo 12 de Cómo Despertar el Tercer Ojo.

(34) Los eclipses sólo pueden ocurrir durante la fase de Luna Llena y Luna Nueva.

(35) Referirse, por ejemplo a Caraka–Samhitā,Nidānasthāna VII.14

(36) Sin embargo, uno no debe de olvidar lo que se dice de Buda, que fue concebido durante la Luna Nueva, y que nació durante la Luna Llena. De la misma manera, todos los eventos de su vida se dice que ocurrieron durante la Luna Llena: su renunciación, su iluminación, el principio de sus enseñanzas y finalmente, el momento en que dejó su cuerpo. Por lo tanto, si los padres de Buda hubieran seguido las restricciones arriba mencionadas, ¡nunca habría habido un Buda!

(37) Referirse a Caraka–Samhitā, Nidhānasthāna, Capítulo 7.

(38) Durante la técnica de ISIS se hace una regresión en el tiempo. Para más detalles referirse a Regresión, Terapia de Vidas Pasadas para Ser Libre Aquí y Ahora, por el mismo autor.

(39) Durante una regresión en ISIS, es muy común que los clientes alternen entre primera y tercera persona mientras hablan de ellos mismos durante episodios de una vida pasada.

(40) Como se discutió en el Capítulo 8, '¿Cómo puede alguien atrapar a un ente?', cualquier cirugía, especialmente cuando se lleva a cabo con anestesia general, es una situación de alto riesgo para atrapar entes. Las complicaciones después de la cirugía no indican necesariamente la presencia de un ente, sin embargo incitan una sospecha.

(41) En inglés el autor utiliza las palabras 'clearing' y 'clearer', para referirse tanto al evento como a la acción de despejar/extraer al ente.

(42) Como las plantas tienen un cuerpo etérico, los entes podrían intentar adherírseles.

(43) Se usa la técnica de las 'manitas', por medio de la cual se activan los movimientos dentro de los meridianos, algo similar a la perístasis intestinal. El secreto es no empujar la energía, sino jalarla. No deberá frotarse el cuerpo ni usarse movimientos físicos de ningún tipo