¿Cómo están clasificadas las dolencias y enfermedades?

En general, figuran en la tabla de contenidos, por orden alfabético de la dolencia o enfermedad como por ejemplo:

 

ICTERICIA (ver también: HÍGADO [dolores de…], SANGRE / [dolores de…]/ CIRCULACIÓN SANGUÍNEA)
 La ictericia está causada:
- por un exceso de bilirrubina, sub – producto del hígado que descompone las viejas células sanguíneas rojas.
- Por el exceso de bilis que entra en el flujo sanguíneo.
El resultado es una coloración amarilla de la piel y de la “parte blanca del ojo”. Esto se relaciona con la limpieza del sistema sanguíneo, y tengo dificultad en “limpiar” mis emociones. Siento emociones amargas muy intensas de envidia, disgusto, frustración, hasta el punto de “tener una ictericia de esta situación” y me “vuelvo amarillo”. Vivo mucho rencor. Me vuelvo tan cortante y excesivo en mis ideas y mis opiniones que me agarro a ellas, creando un desequilibrio en mi interior. Debo aprender a abrirme a la gente que me rodea porque tengo mucho que aprender de ellos.

 

IMPACIENCIA (ver también: NERVIOSIDAD, SANGRE – HIPOGLICEMIA)
 La impaciencia denota un estrés interior, una inseguridad o una tensión que me hace tambalear y afecta mi sistema nervioso. Me vuelvo más irritable, más expeditivo en lo que he de decir o hacer. Necesito tomar algunos momentos para relajarme y para encontrar la fuente de mi irritación.

 


IMPOTENCIA (ver también: ANGUSTIA, ANSIEDAD, MIEDO)
 Como hombre, si soy incapaz de obtener o mantener una erección durante una relación amorosa, entonces padezco impotencia. Esto me lleva seguramente a vivir insatisfacción en mis relaciones sexuales. En el nivel médico, aunque la impotencia pueda ser orgánica, es decir proceder de una causa física o proceder de un aspecto psicológico, debo considerar desde el punto de vista metafísico que la causa procede de un factor psicológico o metafísico (más allá de lo físico), incluso inconsciente. La impotencia frecuentemente está vinculada al miedo de abandonarse a una mujer  y también de perder el control frente a sí – mismo o frente a la otra persona. Siendo hombre, frecuentemente tengo muchas responsabilidades y puedo vivir mucha tensión y estrés en el trabajo, y la sociedad en general me pide que tenga excelentes resultados. Transponiendo esta petición en mi sexualidad, puedo sentir una presión sexual que me empuja a optimizar y crea una gran tensión interior que me “hace perder mis medios”. Al no atreverme a hablar de ello con mi pareja, me pongo a vivir mucha culpabilidad, confusión hasta tener miedo de perder a la otra persona. Una gran angustia sentida durante mis relaciones amorosas puede provocar este bloqueo que me hace vivir impotencia. Esta angustia puede proceder del hecho que, durante una relación sexual, estoy más en contacto con mi aspecto afectivo. Como hombre, no estoy acostumbrado a maniobrar con mis emociones. Estoy en contacto más consciente con mi hijo interior herido que puede vivir inseguridad, miedo, rechazo, incomprensión. Así que si en mis relaciones amorosas anteriores tuve la sensación de vivir fracasos que me parecieron desvalorizantes, entonces podré no sentirme “a la altura” de la situación durante una próxima relación sexual. Mi inseguridad, mi sentimiento de incapacidad y fracaso, de odio de mí, de culpabilidad o de negligencia puede llevarme también a vivir impotencia. Puedo vivir la marcha de mi mujer como una separación tanto en el plano emocional como físico. Como que el contacto sexual ya no es posible, mis órganos sexuales pierden su sensibilidad. También la impotencia puede tener su origen en un suceso pasado que me marcó: pueden haber abusado de mí físicamente o psicológicamente en la tierna infancia; puedo guardar rencor frente a una relación afectiva anterior, teniendo la sensación de que he sido víctima de una traición. También la impotencia es un modo de tener poder sobre el otro reteniendo sexualmente a una pareja que abusa o pide demasiado. Puedo tener la sensación de que mi territorio (mis posesiones, mi entorno inmediato, lo con lo cual me identifico) está en peligro. Puedo tener una pérdida de interés para las mujeres en general, lo cual se transpondrá en el plano físico si perdura el desinterés. Finalmente, si identifico mi pareja con mi madre, si ésta ocupa un lugar demasiado importante en mi vida, sometiéndome a ella y teniendo miedo de disgustarle, sintiéndome impotente en hacerla feliz y complacerla, esto podrá transformarse en impotencia sexual. El complejo de Edipo  no se ha vivido bien probablemente. Debo volver a definir mi lugar, tomar contacto con mis emociones y soltar el control para que circule la energía libremente en todo mi cuerpo, en vez de quedarse en mi cabeza para traer una relajación física y mental.

 


INCONTINENCIA (…fecal, …urinaria) (ver también: VEJIGA [dolencias de…])
 Si la incontinencia es fecal – incapacidad en retener  las heces – o urinaria – pérdidas involuntarias de la orina – ambas situaciones se refieren al control. Puede que la vida quiera enseñarme a ser más flexible y a soltar a la gente y las situaciones. La pérdida de control, bien de mis heces como de mi orina, me obliga a hacer una toma de consciencia en este sentido. Debo dejar de lado mis pensamientos rígidos que sólo son  una protección que me impongo para protegerme de mi sensibilidad ahí donde no puedo controlar la situación. En este caso de incontinencia fecal, puedo preguntarme cuál es la persona o la situación que “me joroba”. Puede que esté en fuerte reacción frente a la autoridad y el hecho de deber sufrir esta autoridad me lleva a vivir esta situación de incontinencia. Para mí, la autoridad puede ser la propia vida que me lleva a realizar cambios que no quiero hacer. Puedo ir a ver en mi infancia quien representaba la autoridad para mí y si estuve en reacción contra ella. En el caso de incontinencia urinaria, esta liberación incontrolable e inconsciente de emociones negativas que representa la orina puede ser un medio de recibir más atención y afecto. La causa subyacente de esto puede ser un sentimiento de rechazo, de no tener ningún mérito, de inseguridad, de tener miedo del futuro. La orina representa emociones negativas normalmente soltadas cuando ya no son necesarias o deseadas. Esta liberación frecuentemente nocturna indica un conflicto a un nivel más profundo y del cual ni siquiera tengo consciencia. Siendo incapaz de “controlar” la pérdida de orina o de heces, soy incapaz de controlar lo que sucede en mi vida, en particular las emociones, y esto me da miedo. Es importante que estos miedos e inseguridades interiores se expresen. También puedo dejar ir demasiado fácilmente cosas o personas que amo, sin tener el valor o la fuerza de ir a buscar lo que quiero. Teniendo muchas esperas  frente a la vida, estoy decepcionado y me “dejo ir”, esto puede ser tanto con relación a mi cuerpo como a mi mente. Un gran miedo o nerviosidad puede también causar la incontinencia, sobre todo en los niños. Tomo consciencia que es imposible controlar todo lo que sucede en mi vida. Aprendo a hacer confianza y aprendo a amar lo nuevo y lo inesperado.

 


INCONTINENCIA PARA EL NIÑO (ver: “PIPI EN LA CAMA”)

 

INDIGESTIÓN (ver también: ENVENENAMIENTO […, … POR LA ALIMENTACIÓN], DOLOR DE BARRIGA, NAUSEAS, SALMONELLOSIS)
 El estómago es el lugar por el cual mi cuerpo físico asimila el alimento. Si tengo una indigestión, mi cuerpo expulsa este alimento y estoy afectado por nauseas, vómitos o dolores abdominales. Es lo mismo para la realidad, los pensamientos, los sentimientos, las emociones que vivo y que van también a causar una indigestión si tengo dificultad en transigir con éstas. Hay un desorden, una desarmonía en el interior mío. ¿Cuál es la situación o la persona que me resulta difícil digerir? ¿Qué es lo que sucede en mi vida y que ya no quiero soportar, porque “todo esto a la vez, es excesivo”? Incluso puedo llegar a estar en rebelión contra esta situación o contra esta persona que critico severamente. Esto puede también ser algo que he visto u oído que me era desagradable y que “no pasa bien”. La ansiedad, la inseguridad me pondrán “el estómago al revés” y al no poder realizarse normalmente la digestión, voy a echar físicamente el alimento como echo las nuevas ideas o situaciones que vivo. Aprendo a poner el amor en la o las situaciones porque tengo una toma de consciencia por hacer. El amor es el ingrediente que me ayudará a digerir y a dejar pasar las situaciones en mi vida, en armonía con mi ser.

 


INFARTUS (en general)
 De modo general, un infarto es la muerte de una parte de los tejidos de un órgano, también llamada necrosis, originada por la obstrucción de la arteria que traía la sangre en esta área. Aunque áreas como el intestino, el bazo, los huesos y las venas puedan estar afectadas, las áreas más expuestas son el cerebro, los pulmones y el miocardio que es una envoltura del corazón. Al estar interrumpida bruscamente la circulación sanguínea por un coagulo o un depósito de lípidos (una especie de grasa) en una arteria, esto implica que la alegría ya no circula en esta área, trayendo incluso la muerte de los tejidos. Según la área afectada, puedo preguntarme lo que ha llevado mi corazón a decirme: “¡basta, ya no puedo más, una parte mía se está muriendo!”. Debo comprobar cuáles son las necesidades que pude desatender y de qué modo podría volver a poner las cosas en orden en mi vida para ayudarme a vivir plenamente experiencias llenas de alegría y satisfacción.

 


INFECCIONES (en general) (ver también: ANEXO III, DOLOR, FIEBRE, INFLAMACIÓN, SISTEMA INMUNITARIO)
 La infección se define por el desarrollo localizado o generalizado de un germen patógeno  en el organismo, bien sean bacterias, virus, hongos o parásitos. Esta situación se produce cuando el sistema inmunitario no consigue combatir este germen invasor. En mi vida, este germen puede estar vinculado a una situación o a una persona con quien vivo un conflicto, generalmente interior y que no expresé a nadie. Al no haberse resuelto, éste brotará bajo forma de infección. El hecho de vivir irritación o un  trastorno debilita mi sistema inmunitario que no puede impedir que se manifieste una invasión. Debo preguntarme: “¿Qué es lo que me irrita o me afecta tan profundamente? Puedo vivir un desorden o un traumatismo emocional, una crisis familiar o en el entorno profesional, o vinculado al hecho que vivo  demasiado estrés con la vida. Debo aceptar  los cambios en curso, dejando de lado la gran ira que pueda vivir. La significación de esta ira será tanto más importante si la infección está acompañada de dolor o fiebre. Es importante observar cuál parte de mi cuerpo está afectada. Se trata por ejemplo de una infección de mis órganos sexuales, vivo una situación conflictual que me irrita y me hace vivir mucha ira frente a mi sexualidad o al modo en que percibo ésta. La infección subsistirá mientras no he arreglado la situación, y puedo tardar en hallar una solución porque tengo miedo de las consecuencias y de los cambios que esto traerá en mi vida. La infección se produce generalmente después de un debilitamiento de mi sistema inmunitario, lo cual implica que es el amor de mí lo que está en juego. Debo preguntarme cuáles son las actitudes, pensamientos que debo cambiar o las acciones que debo tomar para poner más amor en mi vida. Sé que la gente feliz tiene un sistema inmunitario fuerte, entonces tomo los medios para que crezca el amor en mí y que así, el amor sea mi escudo, mi protección.

 


INFLAMACIÓN (ver también: ANEXO III)
 Una inflamación es una reacción local del organismo contra un agente patógeno, caracterizada por el color rojo, el calor, el dolor y la tumefacción (hinchazón). Es la expresión corporal de una inflamación interior. Estoy encendido y rabioso por  algo o alguien, y esto se expresa por mi cuerpo. Debo preguntarme cuál aspecto de mi vida me está volviendo “rojo de ira”, “hirviendo”, y finalmente me llevará a vivir culpabilidad, si ésta aún no es la causa de la inflamación. Es importante mirar cuál parte del cuerpo está afectada para tener una información suplementaria sobre la causa de la inflamación. Es importante ir a comprobar si se ha vivido una dificultad sexual en el pasado, reprimida y no resuelta, o bien si viví un sentimiento de pérdida que no acepté  y hacía el cual vivo mucha irritabilidad. Entonces será posible tomar consciencia de esta situación y tener una comprensión nueva y positiva de ésta.

 


INQUIETUD
 La inquietud se manifiesta por agitación, angustia, aprensión. Mi inquietud puede tener su fuente en mi infancia principalmente si viví inseguridad física o social,  o si tuve la sensación de carecer de algo en el plano afectivo, de mi educación o si me sentí abandonado en cierto momento. Esta inquietud puede reaparecer a la edad adulta cuando vivo una situación similar a la que viví en mi infancia y cuando “reactiva” este sentimiento. Debo aprender a confiar en la vida. Debo aprender también a hacerme confianza. Debo estar más fuerte que mis angustias para controlarlas en vez que sean ellas las que me controlen y alimenten mi sentimiento de impotencia frente a la vida.

 

INSOLACIÓN (ver también: ACCIDENTE, CALOR [acaloramiento…], PIEL)
 Si me expongo demasiado tiempo al sol, corro el riesgo de tener una insolación que se traducirá por una quemadura de la piel y un acaloramiento que es una subida de mi temperatura en mis centros nerviosos. Bien por accidente (me dormí al sol), bien por un cálculo erróneo del tiempo de exposición, o por cualquier otra razón, vivo probablemente una culpabilidad para hacer que la vida me “castigue de este modo”. Si estoy de vacaciones, puedo preguntarme si pienso merecer realmente dichas vacaciones. La piel está en relación con lo que vivo interiormente y lo que vivo exteriormente. Puede que viva frustración vinculada con el hecho de tomar consciencia de que mi vida, exteriormente, no es siempre lo que quisiera que sea interiormente. La intensidad de la quemadura del sol o del acaloramiento me indica la importancia de cierta forma de desesperación que albergo. Necesito aumentar mi estima de mí, reconocer quien soy, apreciarme en mi justo valor. Pido a la vida que me enseñe y me ayude a apreciar las cosas bellas que me da. Así irradiaré más y ya no tendré necesidad de que “el sol me pique” para recordarme que tome mi lugar en la vida.

 


INSOMNIO
 La incapacidad de dormir corresponde a un profundo miedo a abandonarse y soltarse. Vivo inseguridad y quiero tener el control sobre todo lo que sucede en mi vida. Sin embargo, cuando duermo, mis “facultades mentales” duermen también y soy más vulnerable, porque mis sentidos son más alertas y abiertos a lo desconocido. Por esto, guardando mi mental ocupado con todo tipo de ideas, todo tipo de situaciones incluso ficticias e inventadas por mí, impido que me gane el sueño. Mi vida está coloreada con la tensión, la ansiedad, la culpabilidad y a veces, incluso, cierta paranoia. Esto puede resultar de un sentimiento de que mi ego o mi supervivencia ya han sido amenazados en cierto modo, lo cual es comprensible si experimenté ciertos traumatismos profundos, tales como un robo, una violación, etc. Hay probabilidades de que sienta una nerviosidad extrema y que tenga dificultad en colocarme y tomar decisiones. Es también como si muriese cada vez que me duermo y esto despierta temores a lo desconocido de la noche en particular. El insomnio puede estar fuertemente relacionado con la culpabilidad consciente o inconsciente. Por un motivo u otro, puedo tener la sensación que “no me merezco descansar”. Quizás porque me siento culpable de no tener éxito en la vida, no hacer todo lo necesario para mis hijos, etc. También puedo haberme programado pensando que “dormir es una pérdida de tiempo”. La glándula del timo está estrechamente vinculada al sueño y, a la vez con la energía del corazón. El insomnio puede estar vinculado a mi aptitud a amarme, a hacer confianza al amor y por el mismo hecho, a la vida. Aprendo a relajarme y a soltar el control para dejar que el sueño recupere su lugar en mi vida.

 

INTESTINOS (dolores de los…) (ver también: CÁNCER DEL COLÓN / DEL INTESTINO, INTESTINOS / COLITIS / ESTREıNIMIENTO / DIARREA, INDIGESTIÓN)
 El intestino es el centro de absorción e integración del alimento y de los alimentos como el de los pensamientos, los sentimientos y de mi realidad actual. Todo lo que me causa tristeza, temor, confusión, rebelión, vergüenza o cualquier otro pensamiento o sentimiento discordantes puede encontrar una liberación y crear problemas intestinales. La digestión se hace a este nivel, por lo tanto si tengo contrariedades y que me siento víctima de un “golpe bajo”, de una “mala jugada”, o que tengo la sensación que alguien me ha hecho “una mala pasada”, tendré malestar en los intestinos porque no digeriré sencillamente! Estaré particularmente afectado si se trata de un miembro de mi familia que es el “cerdo”. Al poder digerir esta situación, se manifestará por un problema al nivel de mis intestinos. Si está afectado mi intestino delgado, puedo tener tendencia a juzgar las situaciones que se presentan a mí teniendo opiniones muy marcadas con relación a mis nociones de “bien” y “mal”. También tendré tendencia a tener la sensación de carecer de muchas cosas en mi vida. Los intestinos (en particular el intestino gordo) también están vinculados con mi habilidad a dejarme ir, a sentirme suficientemente en seguridad interiormente para ser espontáneo. Mis intestinos simbolizan el hecho de dejar circular los acontecimientos en mi vida. Puedo tener una necesidad muy fuerte de retener y controlar lo que me sucede. Me agarro a ciertas cosas, a personas o situaciones, incluso hasta vivir celos y posesividad y mis intestinos están congestionados por todo lo que retengo y que ya no es útil, pudiendo causar, entre otras cosas, el estreñimiento. Aprendo a ser autónomo y a decirme que tengo todos los recursos necesarios en el interior de mí para crear lo que quiero. La única persona sobre quien puedo tener control, soy yo – mismo!

 


INTESTINOS – CÓLICO (ver también: GAS)
 El cólico es una contracción o contracciones resultantes de una gran tensión interior, una situación que me hace perder seguridad y que me pone tan nervioso que aparecen la congestión intestinal, los dolores del estómago, de los canales glandulares y de las vías urinarias. Dudo de mis capacidades, carezco de confianza en mí, tengo miedo de no estar a la altura, ignoro cómo hacer para resolver un problema. Un ejemplo típico que se refiere a los cólicos del recién nacido, es el mío cuando, como madre, tengo miedo de no cuidar bien de mi bebé correctamente, de no hacer suficientemente. El bebé siente interiormente mi ansiedad y se vuelve, a su vez, inquieto (el niño que sufre de cólico debe estar rodeado de calma, paciencia y amor). Acepto  que en la vida, todo suceda para lo mejor. Por lo tanto, suelto, hago todo mi posible con amor. Lo que veía como problemas e inseguridades se vuelve sencillamente experiencias que me ayudan a proseguir mi evolución y a crecer. Ejercicios de respiración, relajación y meditación pueden ayudarme a tomar contacto con mi ser interior, a realizar todas las fuerzas que están en mí y hacer desaparecer mi impaciencia frente a una persona o una situación que me irrita.

 

INTESTINOS – COLITIS (mucosidad del colón) (ver también: INFLAMACIÓN, INTESTINOS)
 La colitis (itis = ira) es una inflamación a veces ulcerosa del colón, el intestino gordo. El papel del colón puede compararse a mi modo de comportarme, de tratar con mi propio universo. Cuando soy incapaz de ser yo – mismo frente a la autoridad y frente a mis relaciones personales (cónyuge, padres, profesores, jefes, etc.) controlo mis gestos y mis acciones porque temo la reacción de la persona de quien puedo recibir la aprobación y el amor. Las colitis frecuentemente se presentan en los niños que temen las reacciones de sus padres que manifiestan mucha severidad y que son muy exigentes hacía ellos. Necesito tanto afecto, amor y valorización que quiero complacer a toda costa (incluso hasta ahogar mi personalidad y mis necesidades fundamentales). No soy yo – mismo y no me atrevo a expresar mis emociones; las inhibo. Reprimo varias veces cosas que encuentro indigestas. Esta dependencia afectiva me lleva a vivir ira que me roe interiormente, frustración y humillación. Si vivo estos sentimientos en sumo grado, brotará una úlcera. Mis reacciones emocionales me advirtieron que debía cambiar mi actitud pero no he comprendido. Ahora es la señal física. ¿Cómo actuar? Acepto  que venga la felicidad de lo que siento en el interior. Aprendo a amarme, a ser yo – mismo y tomo mi lugar. Adquiero independencia y autonomía y comprendo que soy cada vez más feliz y que actúo ahora en conformidad con mi propia naturaleza.

 


INTESTINOS – ESTREÑIMIENTO (ver también: CÁNCER DEL COLÓN)
 El estreñimiento toma lugar en el interior del intestino cuando los movimientos musculares que permiten la eliminación se hacen en ralentí, lo cual provoca un atascamiento de residuos. Estos residuos sólo son la manifestación física de mis ideas negativas, mis preocupaciones, mi ira, celos que me entorpecen. El estreñimiento generalmente está asociado a una dieta pobre en fibras alimentarias. Esto es la indicación de una gran voluntad de controlar los acontecimientos de mi vida y que resulta de una inseguridad interior. Soy una persona muy trastornada que necesita la aprobación de los demás. Por mi inseguridad, incluso llego a ser mezquino. Las situaciones favoreciendo el estreñimiento pueden producirse cuando experimento una situación financiera difícil, cuando tengo relaciones conflictuales o cuando salgo de viaje, porque es cuando soy más vulnerable a sentirme inquieto y “sin anclaje”. Me agarro a mis viejas ideas y a mis bienes personales. Lo que ya conozco me permite cierto control y me da una ilusión de seguridad. Tengo tanto miedo a estar juzgado que rechazo mi espontaneidad, me impido adelantar. Rechazo también mis “problemas” y mis emociones pasadas, por miedo a que vuelvan a aflorar y a que tenga que enfrentarme a ellas. ¿Cuándo me autoricé a tomar mi lugar y a ser yo – mismo? ¿Cuál es la última vez que me sentí libre y lleno de entusiasmo? ¿Qué es lo que me detiene? Debo absolutamente abandonar todo lo que ya no me conviene, soltar. Acepto, aquí y ahora, liberarme del pasado, ir hacía delante y vivir una vida más excitante. Me siento más relajado y hago confianza en la vida.

 


INTESTINOS – CROHN (enfermedad de…) (ver también: APENDICITIS, INTESTINOS – DIARREA)
 La ileitis se define como una inflamación de la última parte del intestino delgado, el íleon, caracterizada por fuertes dolores. En el caso de enfermedades bacterianas o virales, puede tomar el aspecto de una crisis de apendicitis. Las infecciones consecutivas al SIDA, y a la tuberculosis pueden provocar una inflamación del ileón pero los casos crónicos agudos se refieren a la enfermedad de Crohn. Puede tratarse de una forma de auto – castigo después de un sentimiento intenso de culpabilidad. Esto se refiere a mi estima personal; no me siento “a la altura”, me siento “no  correcto”, “no sirvo para nada”, “soy menos que nada”. Me desprecio tanto que vengo a pensar que nadie me quiere y que quieren que siento inferior. Estos sentimientos se añadirán a una situación en la cual vivo una carencia, bien al nivel material o afectivo. Tengo la sensación de que el objeto de esta carencia me ha sido usurpado de un modo despreciable, repugnante. A esto puede sumarse el miedo a morir. Entonces, ruge la rebelión muy profundamente adentro mío. Esto sólo permite aumentar mi temor a ser rechazado por los demás. Al tener la sensación de no valer nada, esta enfermedad me puede ayudar a recibir la atención que necesito y que no tengo la sensación de recibir. Mi estima personal es baja y soy demasiado abierto energéticamente, al nivel del abdomen, y recibo cualquier cosa incluido lo negativo de mi entorno y que me puede afectar. Me rechazo al punto que es como si, energéticamente, mi abdomen se volviera una basura y como si permitiera que la gente de mi entorno vertiera en mí su energía negativa. Me dejo invadir porque no ocupo suficientemente mi lugar y rechazo las situaciones, lo cual me hace vivir diarreas. Estoy en profunda investigación de mi identidad personal o espiritual y la gravedad de la enfermedad me indica hasta qué punto esto toca a un aspecto de mi vida que es fundamental, incluso esencial. Los medios que podría tomar para aumentar mi estima personal y permitir hallar verdaderamente mi identidad, el lugar que ocupo en mi familia o en la sociedad, me ayudarían a recobrar la calma y la armonía en mi vida. El hecho de encontrar verdaderamente el lugar que me corresponde me dará una protección natural frente a mi entorno. La vida es bella, yo también tengo derecho a vivir!

 


INTESTINOS – DIARREA
 La diarrea se manifiesta por un desplazamiento tan rápido del alimento desde el estómago hasta el intestino que no tiene tiempo de estar totalmente asimilado. Generalmente este estado está causado por el miedo o el deseo de evitar o huir una situación o una realidad totalmente desagradable o nueva para mí. Llega un caudal de ideas nuevas y no tengo tiempo de integrarlas. Me siento cogido en la trampa por algo nuevo para mí y esto pone mi sensibilidad interior al revés! Me rechazo, me culpo a mí – mismo y estoy desesperado! Tengo una imagen muy fea de mí en el momento presente. Me culpabilizo. Estoy vencida por estos acontecimientos. Verdaderamente, necesito algo diferente. No es el alimento sino mis pensamientos los que ya no valen. Si constantemente transporto la idea del rechazo o de los sentimientos de rechazo (el miedo de sentirse rechazado o el deseo de rechazar a los demás) o una situación en la cual me siento cogido, hay muchas probabilidades de que tenga diarrea. Si no escucho la vida y sus señales (igual como viven ciertas personas), también puede manifestarse también la diarrea. Acepto  tomar el tiempo de ver, sentir y escuchar mi corazón para ver lo que ocurre en mi vida. Así, integro y asimilo las situaciones de mi existencia. Cuando freno realmente, realizo como iba pasando directo (igual como los alimentos) sin tomar el tiempo de ver las bondades y las bellezas de la vida. Mi cuerpo me advierte que debo hacer confianza a la vida, que estoy soportado, que nadie me abandona.

NOTA: Algunos viajeros en visita en los países pobres del Tercer Mundo tienen diarrea. El descubrimiento de una inmensa pobreza y de la miseria abre el corazón y molesta inconscientemente lo mental como el organismo físico. Frecuentemente es una reacción inconsciente.

 


INTESTINOS – DIVERTICULITIS
 La diverticulitis (itis = ira) es la inflamación de pequeñas cavidades (diverticulos) de las paredes del colón (el intestino gordo). Esta dolencia se vincula a ira reprimida en mi vida cotidiana. Actualmente vivo una situación en la cual me siento preso y de la cual no puedo ver la salida; esto me causa tensión y presión. Me siento pillado en una trampa. Esto me causa mucho dolor y pena. El primer paso hacía la solución es la aceptación. ¿Cómo puedo arreglar una cosa cuya existencia me niego a aceptar? Acepto  la situación como siendo una realidad y me mantengo abierto al canal divino que me aporta el amor necesario para integrar esta experiencia. Por mi aceptación  y mi apertura, diversas soluciones me están ofrecidas porque ya no estoy cegado por la ira.

 


INTESTINOS – GASTRO – ENTERITIS (ver también: ESTÓMAGO / [DOLORES DE…], GASTRITIS, INTESTINOS – DIARREA, NAUSEAS)
 La gastro – enteritis es una inflamación aguda de las mucosas gástricas e intestinales caracterizada por vómitos y una diarrea de origen infeccioso. Puede que se pueda determinar la “causa externa” y vincularla a la ingestión de agua o alimentos contaminados. Sin embargo, hay que ver la “causa interior” que me ha hecho vivir este suceso. Aquí, lo irritante es mucho más importante que en un caso de gastritis, porque esto afecta no sólo el punto en donde entran los alimentos sino también el punto de salida del proceso de integración, lo cual indica que estoy tan irritado y tan frustrado por lo que me sucede que no puedo absorber lo que sea. Por lo tanto quiero rechazar una situación o a una persona – cuando no es la vida misma – y estoy “rojo de ira”, lo cual me lleva a vivir la diarrea y el vómito. Tengo dificultad en aceptar  los acontecimientos. Puedo retener ciertos esquemas de pensamiento mentales ahora hechos inútiles. Una persona o una situación me es indigesta y se vuelve contra mí encendiéndome emocionalmente. Me invade la desesperación y mi sensibilidad es altamente perturbada. Debo abrirme a una nueva realidad, a nuevas ideas y a volver a aprender a tener confianza en los demás y en la vida, siendo capaz de manifestar mi disgusto en vez de dejarlo rugir en mi interior y crearme males de todo tipo.

 


INTESTINOS – RECTO (ver también: ANO)
 El recto es el segmento terminal del intestino gordo que sigue al colón sigmoíde y llega al orificio anal. Si algo o alguien en mi vida me preocupa y juzgo esto “de mala fama” o “cerdo”, quiero expulsar esta cosa o a esta persona de mis pensamientos o de mi vida. Si no lo consigo, dolores o hemorragias aparecerán en el recto. La situación vivida implica muy generalmente a uno o varios miembros de la familia. Aprendo a quedarme abierto y a intentar comprender el porqué de la situación que me molesta. Veo que, incluso si yo tengo la sensación de que alguien actuó mal, esta persona tenía probablemente buenas razones de actuar de este modo en que lo hizo y que sus motivos estaban bien fundados. Esta situación implica frecuentemente que me pregunte cuál es el lugar que me corresponde, a dónde voy en la vida. Mi orientación sexual podrá estar otra vez planteada. Hay un gran replanteamiento para saber quién soy, cuál dirección debo tomar. Puedo sentirme muy solo y abandonado. Aprendo a reconocer mis cualidades y creo que poco importan las decisiones tomadas, lo que resulte siempre será para lo mejor.

 


INTESTINOS – TÆNIA o TENIA
 La tenia es un gusano parasitario que se encuentra en el intestino y que puede tener algunos milímetros o varios metros de largo. También llamado gusano solitario, la tænia se desarrolla en una persona que tiene la sensación que se le imponen ideas o modos de pensar contrarios a las suyas. Me siento triste e incomprendido, abusado y sucio. Puedo tener la sensación que “parásitos” merodean alrededor mío. Como que tengo dificultad en afirmarme y a decir que no. Me dejo “robar” mi energía. Las preocupaciones, las penas que tengo dificultad en soltar van a favorecer también la aparición de la tænia. Este gusto amargo hace difícil mi digestión. Mis pulmones dejan pasar una energía corrompida y se instalan gusanos parásitos, conllevando irritación y nerviosidad. Para curar mi interior, cuido mis ideas, dejo lugar al placer y a la alegría. Tomo el lugar que me corresponde en la vida.

 


INTOXICACIÓN (VER: ENVENENAMIENTO […, … por el alimento])

 


IRA (ver también: ANEXO III, DOLOR, HÍGADO, INFECCIONES)
 La ira (cólera) es la exaltación  del estado afectivo y un modo de exteriorización brutal de éste, traduciéndose por una excitación tanto física como verbal, progresivamente creciente, yendo hasta gritos, ruptura de objetos, agresividad, temblores, etc. La ira es un grito de alarma espontáneo, la manifestación de una rebelión interior, un violento disgusto acompañado de agresividad.  Antes de los dos años, es un simple medio de reaccionar o exteriorizar una dolencia interior (frío, hambre, etc.) pero luego, es sobre todo un medio de oposición y de reacción a las prohibiciones, pudiendo volverse un medio de chantaje afectivo y de dominación. Estas emociones que me invaden se manifiestan generalmente al nivel de mi hígado, por la aparición de toxinas que pueden engendrar una crisis de hígado. Los pensamientos enloquecen, se atropellan, crecen tanto que ya no veo claro.  Sube mi presión y me vuelvo rojo de ira. ¿Qué es lo que me molesta tanto y me hace explotar? Si estoy iracundo, es importante que busque la razón que provoca este estado. Puedo vivir un sentimiento de debilidad, injusticia, frustración, incomprensión, impotencia, etc. que puede ser exagerado o crecido por mi gran emotividad y mi impulsividad. Cuando lo identifico, comprendo que el conflicto se repite inconscientemente y que incluso puede proceder de situaciones que no he resuelto aún desde la infancia, y entonces, la integración será más rápida. Acepto  abrirme al amor que puedo manifestar aquí y ahora. Me mantengo atento y vigilo todas las señales indicando una ira eventual y no me sublevo inútilmente.

 

ITIS (enfermedades en…) (ver: ANEXO III)