Eufrasia: la hierba de los ojos
En la playa, la piscina o simplemente si tiene ojos sensibles a los fenómenos atmosféricos como el sol y el viento, puede sufrir de lagrimeo, enrojecimiento, hinchazón, etc. Conzcamos una planta en particular nos puede ayudar: la eufrasia.
No es casualidad que esta planta sea conocida como “la hierba de los ojos” por sus propiedades calmantes y anti-inflamatorias. Incluso de acuerdo con la teoría de Paracelso, la eufrasia es particularmente adecuada para la salud ocular, ya que su aspecto recuerda a un iris.
Además de las propiedades antiinflamatorias que la convierten en un remedio natural eficaz para combatir los trastornos más comunes de los ojos, la eufrasia tiene también cualidades antialérgicas. Es ideal en aquellas situaciones en las que la inflamación y el enrojecimiento de los ojos se deben a una alergia.
Por último, se puede utilizar esta planta para descongestionar los ojos y los párpados en caso de conjuntivitis infecciosa u orzuelos.
Cómo se usa
Para utilizar la eufrasia hay varias posibilidades: se puede preparar una decocción con una cucharada de hierba seca (que se encuentra en las herboristerías) por cada taza de agua. Prepararla es simple: hervir la hierba en agua a fuego lento durante 10-15 minutos, luego colar, dejar enfriar y aplicar la infusión con una gasa sobre los ojos, durante unos veinte minutos, o durante un tiempo menor, pero repitiendo la aplicación 2-3 veces al día.
La eufrasia se combina muy bien con la manzanilla para preparar una compresa para los ojos, mezclando las dos hierbas a partes iguales.
Como alternativa, se puede recurrir a la tintura madre de Eufrasia, agregar 4/5 gotas en 150 ml de agua tibia que se utilizarán también con una gasa, para aplicarla en los ojos durante unos 15-20 minutos.
En las farmacias y herboristerías también venden prácticos colirios a base de eufrasia, para utilizar según sea necesario; sin embargo, considerar que la decocción, una vez fría, puede servir para realizar un lavaje de ojos.
Alivio natural para los ojos
La Eufrasia (Euphrasia Officinalis) es una planta herbácea que vive parasitando las raíces de otras plantas, en matorrales, bosques aclarados y prados de zonas de montaña y cuenta con más de dieciocho especies diferentes. Tiene alrededor de 30 cm de altura, con hojas dentadas y flores blancas con rayas de amarillo/púrpura. La etimología de su nombre proviene del griego "euphraino", que significa: "hacer feliz". Esto se debe a que sus cualidades medicinales eran conocidas desde muy antiguo. Desde la antigüedad, sus cualidades terapéuticas antiinflamatorias y calmantes han sido ampliamente utilizadas, mencionadas por Paracelso (1493- 1541 DC), alquimista, médico y astrólogo suizo, las menciona bajo el nombre de "hierba de los ojos" en sus tratados.
La medicina homeopática moderna extraído de la planta entera, sin raíces, muchos remedios para aliviar la fiebre del heno, rinitis, tos y sinusitis, pero principalmente para tratar la salud de los ojos. De hecho, la eufrasia es particularmente indicada para aliviar la irritación de los ojos, como enrojecimiento, lagrimeo excesivo, conjuntivitis, blefaritis, ardor, fotofobia, ojo seco y los orzuelos. Sus principios activos la posibilitan como una planta con efectos beneficiosos sobre la salud ocular, ya que ayuda a mantener la elasticidad de los nervios ópticos y de los músculos oculares. Asimismo, es una planta con efectos antibacterianos y astringentes, naturalmente rica en vitaminas A, C, D, E, B3 y B12, y en minerales como el hierro, sílice, yodo y zinc. Sus cualidades altamente valoradas en oftálmica encuentran su razón científica en la composición natural de esta planta que en sus partes aéreas contiene, entre otras cosas; flavonoides, aceites esenciales, glucósidos y ácido tánico.
Es idónea además para las molestias derivadas del rechazo al uso de las lentes de contacto. El remedio más simple para estos problemas es la decocción de planta seca de eufrasia, a razón de una cucharada sopera por 200 ml de agua. Se hierve la mezcla un par de minutos y se deja en reposo. Después se filtra y se deja templar. A continuación se empapan compresas tibias en la decocción y se aplican sobre los ojos cerrados hasta que las compresas se enfríen por completo. Esta operación, que se repetirá tres veces al día, reduce la inflamación y proporciona sensación de alivio. Obviamente los usuarios de lentes de contacto deben hacerlo después de que quitarse las lentillas.