El Cuerpo Etérico y la protección contra elementos externos
Protección contra enfermedades
El cuerpo eterico es una de las primeras barreras que tenemos contra todo lo que nos rodea, tanto a nivel físico como energético. Es el primero de los cuerpos sutiles que poseemos, componente de los llamados sistemas externos que son aquellos que siguen existiendo aun cuando fallecemos. Este cuerpo eterico es evidentemente el primero en difuminarse y desaparecer cuando muere el cuerpo, dejando libres al cuerpo emocional/astral y el mental para su viaje por los planos del astral en busca del camino de retorno al Yo Superior.
Cuando el cuerpo etérico se encuentra en perfecto estado, es como un escudo que rebota y rechaza parte, si no todo, de lo que entra en contacto con nosotros, sean virus y bacterias que flotan allá donde vamos, sean energías negativas. Evidentemente una rotura, fisura o desgaste de este cuerpo es lo que provoca que elementos externos puedan "entrar” en nosotros y causarnos esos estados de enfermedad (evidentemente para aquellas que tienen un origen externo).
Perdida de protección
Son muchas cosas las que debilitan este potente escudo, entre otras, nuestro estado de ánimo, nuestra energía y vitalidad interna, nuestras emociones y calidad de pensamientos, etc. Un buen conjunto energético de Chakras + Aura + Cuerpos sutiles funcionando a pleno rendimiento representa una salud de hierro por muchas plagas y pasas de virus que existan, cosa que, a la mínima que estos sistemas, especialmente el cuerpo eterico, presente alguna pequeña disfunción, deja hueco a que lo que hay por ahí fuera se cuele en nosotros.
Como todo, no hay formulas mágicas para mantenerlo al 100% activo, pero si que una buena gestión de nuestras emociones y pensamientos, con una orientación positiva de los mismos, hará ya gran parte del trabajo de mantenimiento y evitará que nos convirtamos en un colador para todos los virus que nos echen ahí fuera!