CAPITULO 18
PROTECCION: SELLADO DEL AURA (1)
18.1 La reacción de luchar o huir
Antes de examinar las técnicas de protección, puede ser interesante echar un vistazo a lo que hace la naturaleza cuando quiere que estemos protegidos. Cuál es la reacción natural, cuando la vida de un ser humano es amenazada por un gran peligro? Es la de "luchar o huir", mediante la descarga masiva de secreciones del sistema nervioso simpático, entre ellas la adrenalina. La presión arterial se incrementa, el corazón late más rápida y fuertemente, y tiene lugar una serie de cambios fisiológicos drásticos, los cuales acrecientan la fuerza muscular y la actividad mental. De repente estamos completamente despiertos.
Qué significa esto, en términos de cuerpos sutiles? Recordemos lo que vimos en la sección 13.5: cuando el cuerpo astral (plano de la conciencia mental y de las emociones) está flotando, separado de los cuerpos físico y etérico, estamos dormidos o somnolientos, o en un estado profundo de meditación. Todo está muy relajado en el cuerpo físico y el cuerpo etérico está, hasta cierto punto, dilatado y esparcido.
Por lo que hemos descrito hasta ahora, es fácil concluir que en la reacción de "luchar o huir" tiene lugar exactamente lo contrario. El cuerpo astral se introduce fuertemente en los cuerpos físico y etérico y ejerce su acción, lo cual tiende a hacer que todo se contraiga.
Por supuesto, no sería apropiado efectuar una fuerte descarga de adrenalina cada vez que deseemos inducir protección psíquica. Aún así, es importante observar que, en términos de cuerpos sutiles, la respuesta natural cuando se precise protección física será un vigoroso impacto del cuerpo astral en los cuerpos físico y etérico.
18.2 Sellado del aura: cuando y por qué
Siempre estamos intercambiando energías con nuestro entorno, del mismo modo que inhalamos y exhalamos aire, ingerimos líquidos y comida, y evacuamos aguas menores y aguas mayores. En el presente marco de existencia, no es posible la vida sin intercambio. Pero esto no significa que debamos ingerirlo todo. Por ejemplo, inhalemos suficiente monóxido de carbono, o traguemos un poco de cianuro, y nuestro cuerpo físico morirá! Así como algunas sustancias físicas son venenosas para el cuerpo físico, algunas energías etéricas y astrales también lo son para nuestros cuerpos sutiles. Análogamente, así como las pérdidas crónicas de sangre agotan el cuerpo físico, una pérdida de energía etérica puede vaciar nuestras reservas de fuerza vital, dejándonos deprimidos, cansados y enfermos, incluso si el médico no puede encontrar nada.
Por ejemplo, la compañía de determinadas personas nos deja agotados. Pasemos con ellas solo media hora, o incluso menos, y de repente nos sentiremos cansados y menos alegres, si no medio deprimidos. Estábamos ligeros y ahora nos sentimos pesados, estábamos alegres y ahora nos sentimos rendidos. Es muy probable que haya tenido lugar una pérdida de energía, una especie de vampirismo de nuestra fuerza vital. Todo este proceso es en verdad un despilfarro, ya que generalmente la persona que nos drena la energía, ni siquiera recibe dicha energía que hemos perdido. Lo que tiene lugar es más una disipación que una transferencia.
El problema puede llegar a ser drástico para los terapeutas, especialmente - aunque no solamente - cuando hay contacto físico, como en el masaje. Muchas personas que aprenden masaje y que al principio son bastante entusiastas, acaban abandonándolo tras dos o tres años de práctica, sencillamente porque no son capaces de protegerse a sí mismas y acaban demasiado vacías. Otra situación de alto riesgo de vampirismo, es cuando tenemos que tratar con mucha gente, por ejemplo si vendemos billetes de tren en una estación, o pan en una tienda. La necesidad de una técnica para sellar el aura es obvia.
Cómo saber cuándo se ha cogido una energía negativa? Bien, este es precisamente uno de los problemas: la mayoría de las personas no se dan cuenta de ello cuando sucede, pues son completamente inconscientes de sus energías. Por tanto, podemos fácilmente llegar a la conclusión de que percepción y plena conciencia son los primeros pasos hacia la protección real. Si no somos capaces de sentir lo que ocurre en una habitación al nivel de la energía, caminaremos por la vida como si fuéramos ciegos tratando de cruzar un bosque lleno de ciénagas. Por consiguiente, todo el trabajo que se sugiere en el presente libro, desde las circulaciones energéticas hasta la visión de auras y la exploración de líneas de tierra, será el primer paso hasta lograr una protección genuina. Por ejemplo, algunas casas que nos hubieran parecido normales en el pasado, serán ahora inmediatamente reconocidas como sospechosas tan pronto como traspasemos la puerta de entrada. Entonces, podremos ponernos en guardia, sellar nuestra aura y tomar cualquier otra precaución necesaria.
18.3 Apertura y cierre del aura: práctica introductoria
Una habilidad importante a desarrollar es la capacidad de reconocer cuán abierta o cerrada está nuestra aura y, más adelante, la de modificar dicho equilibrio a voluntad. Por ejemplo, inmediatamente después de una práctica nocturna o una meditación profunda, o bien cuando estamos flotando y "expandidos", nuestra aura está muy abierta. Hemos visto anteriormente que la reacción de "luchar o huir" cierra nuestra energía. No obstante, estamos buscando algo que sea menos pesado o tenso. A continuación veremos un ejercicio destinado a introducirnos en el arte de sellar el aura.
Fase 1: apertura
Nos sentaremos en postura de meditación sobre una alfombra o una silla. Mantendremos los ojos cerrados a lo largo de toda la práctica. Comenzaremos meditando, yendo a través de las distintas fases de la primera técnica: fricción y vibración en la garganta, vibración en el ojo, luz en el ojo, el espacio púrpura (sección 3.7).
Tras 5 ó 10 minutos, nos haremos conscientes por encima de la cabeza. Permaneceremos "solamente conscientes" del espacio, flotando por encima de la cabeza. No haciendo nada, solo estando conscientes. Nos dejaremos esparcir por encima de la cabeza.
Entonces trataremos de sentir los límites de nuestra aura. Hasta dónde se extiende nuestra energía? Podemos sentir la presencia de objetos a nuestro alrededor (incluso si no los podemos ver)? Si hay otras personas en la habitación, podemos sentir su presencia dentro de nuestro propio espacio? Cómo se mezcla nuestra aura con las personas y objetos a nuestro alrededor? Podemos incluso tener una sensación de las paredes del cuarto? Cuán densa sentimos nuestra aura? Sintonicemos con la energía, dentro y alrededor de nuestro cuerpo. Sentimos nuestra energía espesa o esparcida? Sigamos explorando en todas direcciones durante unos minutos, con una conciencia abierta por encima de la cabeza.
Fase 2: sellado
Ahora volveremos a enfocarnos en el entrecejo. Comenzaremos a respirar con una marcada fricción en la garganta y fortaleceremos una fuerte vibración en el entrecejo.
Vibración, luz y espacio en el ojo corresponden a tres niveles de creciente profundidad de la experiencia. Cuando estamos en el espacio, estamos más hondamente en la conciencia astral que cuando estamos viendo colores. Y cuando estamos viendo colores, estamos más profundamente en la conciencia astral que cuando sentimos la vibración.
Ahora es el momento de despertar una vibración intensa en el ojo. Puede que haya alguna luz; pero una luz espesa y que vibra intensamente - no una luz que flota suavemente! - No nos dejaremos difuminar por el espacio.
Frotaremos las manos durante unos segundos, tras lo cual permaneceremos inmóviles con las palmas boca arriba. Sentiremos la vibración en las manos, como en el trabajo de las circulaciones energéticas (capítulos 4 y 6). Conectaremos la vibración en las manos con la vibración en el ojo. Al frotar las manos, despertaremos en el ojo una vibración muy "física" y anclada a tierra, que es exactamente lo que pretendemos. Mantendremos la fricción en la garganta para beneficiarnos de su efecto amplificador. Entonces, trataremos de sentir por todo el cuerpo la misma vibración intensa.
Ahora intentaremos obtener otra vez una sensación de los límites del aura. Hasta dónde se extiende? Podemos sentir todavía los límites de la habitación? Podemos todavía "tocar" con nuestra aura a las demás personas y objetos que están en la habitación?
Luego sentiremos la densidad del aura. Nos haremos conscientes de la energía, dentro y fuera de nuestro cuerpo físico. Es tan fluida como antes? Pasaremos uno o dos minutos explorando, manteniendo una fuerte vibración en el ojo y la fricción en la garganta.
Comentarios
- Una experiencia muy corriente, cuando se hace esta práctica, consiste en sentir - en la primera fase - que nuestra aura es mucho más ancha, más abierta y diluida. En la segunda fase, el aura se percibirá como más pequeña, espesa y cerrada a las influencias externas. En la segunda fase ya no podremos sentir los límites de la habitación, ni "tocar" a las otras personas u objetos con nuestra aura, sencillamente porque nuestra aura es más compacta y no se extiende tanto como antes. Obviamente, en la primera fase el aura está más abierta que en la segunda.
Cuando nuestra aura esté completamente abierta puede surgir otra sensación: no es infrecuente sentirnos más arriba, como si estuviéramos fuera del cuerpo. También podemos tener la sensación de que nuestra energía se alargue hacia arriba y se estire como un malvavisco.
Cuando el aura esté cerrada y recogida, podemos a veces tener la sensación de que nuestro cuerpo quiera inclinarse hacia delante, doblando la espalda y con los hombros hacia delante.
Cómo opera este mecanismo de cierre y apertura del aura? No es nada más que una demostración práctica del poder de contracción del cuerpo astral. En la primera fase, cuando estamos flotando en el espacio, cuando apenas podemos sentir nuestro cuerpo físico, nuestro cuerpo astral está medio dentro y medio fuera de los cuerpos físico y etérico. Lo lejos que nuestro cuerpo astral pueda ir dependerá de la profundidad con que podamos meditar. En algunos estados de meditación profunda, semejantes a los estados de samadhi de la tradición hindú, estaremos completamente fuera. Otra situación de retirada completa del cuerpo físico, tiene lugar cuando hemos construido nuestros cuerpos sutiles hasta el punto de ser capaces de viajar astralmente.
Por otra parte, cuando despertemos una fuerte vibración física en el ojo, cuando podamos sentir que la vibración esté fluyendo por nuestras manos y por todo el cuerpo, estará teniendo lugar exactamente lo contrario. Nuestro cuerpo astral estará completamente impactado dentro de los cuerpos físico y etérico. Por lo tanto, debido a la acción constrictora del cuerpo astral, nuestra aura se sellará, siendo mucho más impermeable a las influencias externas. (Esto permite comprender con claridad por qué resulta tan difícil dormir cuando se está experimentando una fuerte vibración en el ojo).
Ahora bien, quiero dejar claro lo siguiente: no estoy sugiriendo que una de las condiciones de la energía - la abierta y la cerrada - sea superior a la otra. Decir esto sería como apoyar la idea de que dormir es superior a estar despierto, o viceversa. Hay dos fases de la existencia, cada una de las cuales es tan indispensable como la otra. La vida no puede florecer sin la sucesión alternativa de dormir y estar despierto, siendo maestro aquel que pueda estar completamente abierto en unas ocasiones y completamente cerrado en otras.
Sin embargo, hay ocasiones en que una de estas dos condiciones es inadecuada. Por ejemplo, si nos dormimos cada vez que lleguemos al trabajo y estamos totalmente despiertos cada vez que nos metamos en la cama, tenemos un problema. Análogamente, si dejamos que nuestra aura esté demasiado abierta cuando estemos haciendo tiempo en una estación de ferrocarril atestada de gente, o visitando a un amigo en un hospital, podremos coger toda clase de influencias negativas. Incluso podremos llegar a enfermar de forma insidiosa, pues puede haber un gran desfase entre la contaminación de nuestra energía y el comienzo de la enfermedad, por lo que no seremos capaces de conectar la causa con el efecto. Un principio fundamental es:
Siempre que precisemos protección,
hemos de estar completamente dentro del cuerpo,
y no flotando por arriba!
18.4 Protección mediante la presencia en el ojo
Llegados a este punto, deberíamos corregir una falsa noción, por otra parte muy difundida. Podremos oír comentar a la gente que una apertura psíquica nos puede dejar más vulnerables a las energías e influencias negativas. Si estamos siguiendo un entrenamiento completo, en el que aprendemos a cerrar nuestra energía así como a abrirla, no hay nada más falso. Tiene lugar exactamente lo contrario! Debido a nuestra acrecentada percepción, podremos detectar inmediatamente cuándo necesitamos protección. Debido a nuestro dominio de la energía, podremos lograr dicha protección mediante el sellado del aura. Además, cuanto más progresemos, más automáticamente tenderá a suceder el sellado de nuestra aura, tan pronto como nuestro Ser Superior sienta que una potencial energía negativa se aproxime a nuestro campo. Así, acabaremos siendo naturalmente protegidos de toda suerte de energías negativas, que el hombre de la calle está inconscientemente recogiendo todo el tiempo.
Por supuesto, si estuviéramos siguiendo una enseñanza que nos mostrara únicamente cómo abrir nuestra aura y flotar por encima, podríamos llegar a ser más vulnerables. Este podría ser el caso si tratáramos de convertirnos en psíquicos de trance mediúmnico y hacernos "transparentes", de modo que pudiéramos coger ideas y tendencias influenciadas. Este sería también el caso si siguiéramos un camino espiritual en que todo estuviera diseñado para eliminar nuestro anclaje terrenal: comer muy poco y siempre alimentos muy ligeros, levantarse antes del amanecer (con lo que se permanecería medio dormido durante todo el día), cultivar un estado de mente "por las nubes"... Tales métodos pueden ser apropiados si se está retirado del mundo, viviendo en un monasterio o meditando en una cueva. Pero, a menos que se pasara la vida en un entorno recluido, nos dejarían expuestos y desprotegidos.
Las técnicas de Clairvision se han diseñado para quienes viven en el mundo. Esta es una de las razones por las que la primera técnica del presente libro apunta a despertar la vibración en el tercer ojo. Al aprender a mantener una vigilancia permanente en el ojo, construiremos un maravilloso escudo contra las energías negativas y, al mismo tiempo, desarrollaremos nuestra sensibilidad e intuición.
18.5 El centro de la voluntad
Hay un centro de energía localizado aproximadamente unos 3 centímetros por debajo del ombligo, el cual será de gran valor cuandoquiera que precisemos protección. Se corresponde con el área de los puntos de acupuntura Concepción 5 y Concepción 6, estando relacionado con el hara, donde se aprende a concentrar la energía en las artes marciales.
Si exploramos con los dedos unos tres centímetros por debajo del ombligo, hallaremos una depresión, como una muesca justo en el centro de la pared abdominal. El centro de la voluntad está más o menos centrado alrededor de dicha muesca, la cual - a veces - se siente con más facilidad cuando se contraen los músculos abdominales. Si hay mucho tejido adiposo en dicha zona, puede hacerse muy difícil encontrar dicha muesca.
Cuáles son las funciones de este centro? Es un lugar en el que se almacena un extraordinario potencial de energía. Por ejemplo, el nombre chino para el punto de acupuntura Concepción 6 es qi hai, que significa "mar de energía". Mediante un entrenamiento adecuado, esta energía puede hacerse disponible para el cuerpo físico.
Otra función fundamental de este centro es el anclaje físico a tierra. El nombre del punto de acupuntura Concepción 5 es shi men, que quiere decir "puerta de piedra". Esta es la piedra angular, sobre la cual todo podrá ser establecido, del mismo modo que Pedro era la roca sobre la que pudo ser fundada la iglesia (la palabra griega para piedra es petra).
El centro por debajo del ombligo es el centro de la voluntad. Esto es aplicable tanto a la voluntad común, como a la voluntad sobrenatural del mago que puede realizar acciones más allá del alcance normal de las leyes de la naturaleza. Es asimismo en este área, donde los alquimistas taoístas trabajan en la estructuración del embrión de la inmortalidad, un cuerpo nuevo compuesto de materia (no física) inmortal, con el que podrán partir y mantener existencia consciente tras la muerte física.
Este centro es, por consiguiente, esencial en el trabajo de alquimia interior. Pero, aparte de la alquimia, en la vida diaria hay una serie de circunstancias en que podremos beneficiarnos mucho de mantener el foco de la conciencia en dicho centro:
- Cuando precisemos estar físicamente fuertes, para realizar una tarea que requiera esfuerzo.
- Cuando necesitemos estar psicológicamente fuertes y asertivos, como cuando negociamos en una subasta. Cuando precisemos exhibir autoridad o resistir la autoridad de una persona dominante. Cuando necesitemos defendernos, resistiendo a personas agresivas y permaneciendo tranquilos al mismo tiempo.
- Cuando necesitemos protegernos de energías negativas, como por ejemplo en un hospital, o en un tipo de entorno semejante, altamente contaminado y energéticamente peligroso.
- Cuando estemos cansados y débiles.
- Los taoístas también sugieren que se trabaje en este centro para restaurar las energías tras haber concebido una criatura, los hombres, o tras haber dado a luz, las mujeres.
Prácticas para despertar y fortalecer el centro de la voluntad
Práctica 18.6
Nos sentaremos en postura de meditación. Cuando trabajemos en el desarrollo del centro por debajo del ombligo, una buena postura consiste en sentarse sobre las rodillas, con las nalgas sobre los talones, o bien con las nalgas entre los talones, en cuyo caso la postura se convierte en la vajrasana del Hatha-yoga (véase la figura). Aunque la práctica puede muy bien realizarse sentado en una silla, siempre que se mantenga la espalda bien recta y vertical.
Contraeremos ligeramente los músculos abdominales y haremos masaje en el punto que está unos 3 centímetros bajo el ombligo, mediante la rotación del extremo del dedo medio (entre los dedos índice y anular) en la muesca, si se ha podido encontrar, o sencillamente 3 centímetros bajo el ombligo. Continuaremos durante medio minuto, más o menos, y pararemos. Entonces trataremos de sentir la vibración en dicha área.
Frotaremos las manos durante unos segundos y las mantendremos planas, una sobre otra, paralelas al abdomen y separadas unos 2 ó 3 centímetros del centro de la voluntad (véase la figura).
Comenzaremos a respirar con la fricción en la garganta y la conectaremos con el cosquilleo en el área del entrecejo. Fortaleceremos una fuerte vibración en el ojo durante 2 ó 3 minutos. Entonces, manteniendo la fricción en la garganta, nos haremos conscientes de la vibración en el centro de la voluntad, 3 centímetros por debajo del ombligo, donde sentíamos la vibración tras hacernos el masaje. Conectaremos la fricción en la garganta con el centro de la voluntad, para fortalecer la vibración.
Sintamos la vibración en las manos y en el centro de la voluntad. En la posición en que se encuentran las manos, estas actúan como reflectoras y concentran la vibración.
Continuaremos con la práctica durante unos minutos, reforzando la vibración tres centímetros por debajo del ombligo mediante la fricción en la garganta y la acción reflectora de las manos.
Práctica 18.7 Conciencia ojo-vientre
Nos sentaremos en postura de meditación, con los ojos cerrados. Comenzaremos respirando con la fricción en la garganta, fortaleciendo la vibración en el ojo durante 2 ó 3 minutos. Entonces practicaremos, estando conscientes de la vibración tanto en el ojo como en el centro de la voluntad. Mantendremos la fricción en la garganta para amplificar la vibración y conectar ambos centros.
Al principio podremos establecer una especie de vínculo entre los dos centros. A medida que avancemos, tratemos de anclar el ojo en el abdomen. Recordemos: no hay que imaginar, no hay que visualizar. La experiencia es bastante tangible, como si nuestro ojo estuviera anclándose a tierra, enraizado en la vibración del centro de la voluntad.
Continuaremos durante unos minutos, fortaleciendo la vibración en ambos centros y conectándolos.
Entonces abriremos los ojos y comenzaremos a mirar algunos objetos a nuestro alrededor, uno tras otro. Permaneceremos sumamente inmóviles, conscientes tanto en el ojo como debajo del ombligo. Está el objeto, está el hecho de ver y está la vibración en el ojo y debajo del ombligo.
Cuando hacíamos la práctica de mirar objetos y estar conscientes en el ojo, notábamos que surgía espontáneamente un cierto centramiento (véase la sección 9.1). Ahora no es únicamente centramiento, sino que también experimentaremos anclaje a tierra. Al estar tanto en el ojo como en el abdomen, automáticamente nos sentiremos más sólidos, más densos, menos inclinados a flotar siguiendo la dirección del primer soplo de aire. Es como si estuviéramos formando un agujero más denso en el espacio físico.
- Si practicamos lo suficiente, esta técnica nos pondrá más en contacto con nuestro propio poder. Puede recomendarse a personas que sufran de baja autoestima y necesiten desarrollar su asertividad.
- Con estas técnicas de anclaje a tierra, he experimentado resultados muy alentadores cuando he trabajado con personas que bordeaban la esquizofrenia. Debido a la naturaleza de su enfermedad, ciertos pacientes esquizofrénicos son atrapados por un torbellino de percepciones extrasensoriales, las cuales a veces son genuinas, si bien totalmente fuera de control, y que por tanto generan una terrible ansiedad, si no pánico. Al enseñar a los esquizofrénicos a anclarse vigorosamente a sí mismos cuando sentían aproximarse un flash de delirio, a veces eran capaces de evitarlo, manteniendo su lucidez.
Práctica 18.8 Caminando desde el vientre
Reléase la sección 12.8 para la descripción de esta técnica. Sobre la base del trabajo de anclaje que acabamos de realizar, ahora deberíamos ser capaces de caminar desde el vientre de una manera mucho más convincente.
Práctica 18.9 Estimulando el fuego
No es preciso estar en postura de meditación para este ejercicio, si bien es preferible estar sentado. Como en todas las situaciones de la vida, es preferible mantener la espalda recta, vertical. Nos haremos conscientes en el ojo y en el centro de la voluntad. Nos haremos conscientes de la respiración y respiraremos solamente desde el abdomen. Respiración abdominal quiere decir que, cuando inhalamos y exhalamos, no se mueve nada en el pecho. Cuando inhalamos solamente se mueve hacia delante nuestro abdomen y la caja torácica permanece inmóvil.
Permaneceremos conscientes de la respiración y, durante uno o dos minutos, nos quedaremos observando cualquier movimiento del tronco, al objeto de asegurarnos que no se mueva nada aparte del abdomen.
Entonces procederemos del siguiente modo: mantendremos una respiración puramente abdominal, sin movimiento alguno del pecho. Pero con cada inhalación contraeremos los músculos abdominales, operando una contrapresión. Cada vez que exhalemos, lo relajaremos todo.
Respiraremos siguiendo nuestro ritmo normal. La intensidad de la respiración será la usual, o algo más profunda.
Cada vez que inhalemos, contraeremos los músculos de la pared abdominal y fortaleceremos la presión en el vientre. Cuando exhalemos, relajaremos todos los músculos.
Permanezcamos conscientes de la vibración en el ojo y en el centro de la voluntad y continuemos con la misma respiración durante media hora, o incluso más si deseamos.
Comentarios
- Esta práctica puede parecer simple, pero aún así puede despertar una energía considerable.
- Se recomienda la práctica regular de este ejercicio a quienes encuentren difícil recurrir a la energía asertiva del centro de la voluntad.
- Inténtese el presente ejercicio justo antes de un examen, para combatir la ansiedad y despertar la energía que se requiere.
- También es notablemente eficaz tras una comida pesada, o cuandoquiera que estemos bordeando la indigestión. Por un lado hay una acción mecánica, como un masaje interno que acelera el vaciado del estómago y de los intestinos. Por otra parte hay una poderosa estimulación del fuego digestivo, mediante la activación de los centros de energía abdominales.
APENDICE 2
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