Árnica

Como ocurre con muchas plantas y vegetales, el árnica tiene una serie de propiedades medicinales, entre las su efecto analgésico o antimicrobiano, o las aplicaciones de su aceite en la salud y la belleza, que le han otorgado popularidad desde hace siglos. Se puede usar tanto en pomada como en crema, para el tratamiento de ciertos dolores o hinchazones. El mundo de la cosmética y la belleza se ha beneficiado de este principio activo ya que el extracto oleoso de árnica promueve la hidratación y la regeneración celular.

En este artículo queremos mostrarte detalladamente cuáles son las propiedades del árnica, para qué sirve, es decir, sus usos y aplicaciones. También veremos algunas contraindicaciones de las que no puedes olvidarte y posibles efectos secundarios como consecuencia de un mal uso del vegetal.

 

¿Cuáles son las propiedades del árnica?

 

Principalmente, las cremas y las pomadas que se elaboran a base del extracto de la planta suelen emplearse para calmar dolores producidos por golpes. Los moratones, hinchazones, el daño causado por las caídas… Todos son una diana a la que el árnica sabe apuntar muy bien. Hay algo a destacar, y es que no se sabe el modo de acción exacto del vegetal en nuestro cuerpo.

 

Hay investigaciones y trabajos que cuestionan si podría servir para calmar los dolores que se producen tras una cirujía, produciendo una sensación de alivio cuando se aplica una pomada vía tópica. Obviamente los efectos no son los mismos que si te tomas un antiinflamatorio, pero puede servir cuando las molestias son leves.

 

He leído en algunos sitios que el árnica, por sus propiedades antimicrobianas y antibacterianas, podría servir para reducir las infecciones bucales realizando gárgaras. Eso sí, no se puede ingerir.